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Decimos aparentemente transparente porque al final los dos partidos tradicionales se sienten representados en un poder independiente y no se puede descartar que la cuestión estuvo dirigida desde el inicio mismo del concurso llevado adelante por el Consejo de la Magistratura.
En la práctica, colorados y liberales muestran que defendieron los cupos.
Los liberales no dudaron en decidirse por Manuel Ramírez Candia, conocido simpatizante de ese partido, al punto de que lo representó como convencional constituyente.
Pero hay que admitir que tenían el candidato ideal para apoyarlo. Ramírez es un magistrado proveniente del interior del país, con un buen puntaje y sin antecedentes de compromisos con ningún sector.
En tanto que los colorados fueron por Eugenio Jiménez Rolón (que no activa en su partido), con una bajada de línea del presidente Mario Abdo Benítez, a pesar de que el mandatario lo niega.
En todo caso queda un manto de duda sobre cómo en cinco meses pudo presentar su tesis doctoral, en la universidad que él mismo preside
En esencia, entonces, un colorado y un liberal reemplazaron a los que se fueron: Alicia Pucheta (ANR) y Miguel Óscar Bajac (PLRA).
Con esta lógica, el próximo ministro podría ser liberal ya que el que se irá es Sindulfo Blanco, claramente identificado con ese partido.
Pero la cosa está hecha y los electos de por sí no cayeron mal.
Hasta hay una expectativa sobre si ambos pueden marcar la diferencia en una desprestigiada Corte Suprema.
Los dos de entrada se van a encontrar con un esquema formado que parte de los mismos ministros y se extiende a los funcionarios.
Un esquema que incluye la dependencia política, es decir, los pedidos de favores en casos que afectan a correligionarios, causas en las cuales se mueve mucho dinero, y nombramiento de los operadores políticos en cargos judiciales, sin la preparación adecuada, entre otras “bondades” que rodean a la máxima instancia judicial.
Ramírez Candia y Jiménez Rolón fueron muy claros en sus exposiciones y prioridades. Por el momento son minoría en la Corte, pero esa no será una excusa para bajar una línea de credibilidad y ejemplo hacia los magistrados inferiores.
Y lo primero que ambos deben demostrar es que ya rompieron con el cordón umbilical que por una circunstancia constitucional les unió a los políticos.
A partir de ahora son ministros de la Corte Suprema de Justicia, integrantes de un poder independiente, al cual llegaron por su sapiencia y méritos. Por ende, no tendrán necesidad de que nadie les explique el “criterio político”.
Criterio político
El “criterio político” en la justicia es una frase atribuida al senador colorado oficialista Juan Carlos Galaverna que hizo mucho daño a la Corte Suprema. No se debe repetir.
ocaceres@abc.com.py