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La Fiscalía de Ecuador reabrió una causa que estuvo paralizada durante los últimos seis años y en la que el exgobernante está acusado de supuesta participación en el secuestro del político opositor Fernando Balda, ocurrido en Bogotá (Colombia), en 2012.
Balda, un exaliado de Correa al principio de su mandato y que actualmente vive en Quito, asegura que personal de inteligencia y la policía de Ecuador, leales al entonces gobernante, planificaron su secuestro por orden de Correa.
El hecho ocurrió la noche del 13 de agosto de 2012, cuando Balda fue tomado en Bogotá por cuatro hombres y una mujer, que lo introdujeron a la fuerza en un automóvil. Pero fue rescatado entonces por las fuerzas de seguridad colombianas gracias a la colaboración de un taxista.
El exlegislador se mudó a la capital colombiana durante los últimos años de gobierno de Correa para evitar ir a prisión por supuestas calumnias en contra del autoritario exmandatario, que ve perder su influencias en el Poder Judicial y asegura que todo se trata de una persecución política.
El exmandatario declaró que este proceso penal fue reabierto por intereses políticos del gobierno del actual presidente Lenín Moreno, otro exaliado suyo y del partido fundado por él, Alianza País, del que hoy está alejado.
Correa formó parte de la ola socialista filocomunista que gobernó América Latina en los últimos años.
Moreno realizó cambios en todos los estamentos del Estado, incluido el Poder Judicial, a través de una consulta popular en febrero, donde el “Sí” por las reformas le cerró las posibilidades a Correa de volver a gobernar su país.
Con el plebiscito, se renovó el Consejo de Participación Ciudadana, que es el ente nominador de autoridades, y el Consejo de Judicatura, cuyos anteriores miembros eran leales a Correa, lo que contribuyó para destrabar numerosas investigaciones penales, entre ellas el caso Balda.
Interpol
La jueza que lleva la investigación, Daniella Camacho, ordenó el pasado 18 de junio que Correa se presente cada 15 días en la Corte Nacional de Justicia en Quito, como medida cautelar, rechazó una solicitud de la defensa del exmandatario para poder presentarse en Bruselas: y aceptó los pedidos del fiscal general, Paúl Pérez, de vincular a Correa al proceso por presunta participación “en los delitos de asociación ilícita y secuestro”.
Correa, sin embargo, optó por presentarse en el Consulado de Ecuador en Bélgica –donde reside desde hace un año– como presunto cumplimiento de la medida cautelar. Pero para la Fiscalía, desoyó la orden judicial y por lo tanto correspondía la imposición de la prisión preventiva.
Camacho, entonces, ordenó su encarcelamiento temporal y pidió a Corte Nacional de Justicia la captura internacional con código rojo. Interpol no se ha pronunciado hasta el momento.
Por el caso ya están en prisión tres agentes de Inteligencia y un excomandante de la Policía. También, se dictó orden de prisión sobre un exjefe de la Secretaría Nacional de Inteligencia que está en España y cuya extradición fue pedida por Ecuador.
El expresidente niega cualquier implicancia y asegura que no existen pruebas en su contra. Además, insiste en que es víctima de persecución política y mediática promovida por el actual gobierno de su país.