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El peculiar caso se registró en la mañana del miércoles en el barrio Nuestra Señora de la Asunción, de la ciudad universitaria y pese a la gravedad el hecho no fue denunciado, debido a que la víctima, José Eduardo Godoy Benítez (19), es ahijado de la dueña de casa, María Elva Escobar Espínola (43), quien socorrió al afectado y se hizo responsable de los tratamientos médicos, incluyendo los medicamentos.
El fiscal Cristhian Roig fue informado sobre el caso por lo que abrió una causa caratulada “hecho punible a confirmar”, ya que jurídicamente los propietarios de la residencia no tienen ninguna responsabilidad en lo ocurrido, ya que los animales estaban encerrados dentro de la propiedad, donde el joven Godoy irrumpió aparentemente bajo los efectos de alguna sustancia narcótica y por encima de la muralla perimetral.
Consultado sobre el hecho, el agente fiscal Roig explicó que estaban en plena etapa de investigación y que ya comunicó al juzgado. “La primera medida tomada por el Ministerio Público fue citar a la dueña de casa para dar su versión de lo ocurrido, ya que al no haber a una denuncia los datos que se manejan solo son versiones”, explicó Roig.
Lesiones podría afectar movilidad
Tras el feroz ataque, la víctima fue auxiliada por los dueños de la casa, quienes lo derivaron al Hospital de Calle’i, de allí fue trasladado de urgencia al Hospital de Trauma, donde aparentemente llegó agonizante, a raíz de la gran cantidad de sangre que perdió.
Según los médicos, Godoy fue mordido por los perros en todo el cuerpo, especialmente en las extremidades inferiores y superiores.
Varios de los músculos sufrieron severos desgarros; sin embargo, las heridas no afectaron las arterias principales. “En algunos miembros perdió la anatomía del músculo, esto le podría causar severos trastornos en la movilidad ya que se perdieron algunos tendones”, explicó el director del Hospital de Trauma, doctor Luis Carlos Báez. Los médicos explicaron que la condición del paciente es grave, debido a que está expuesto a las infecciones y las bacterias que los perros tienen en el hocico, según explicaron.