/arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/6JHHFLFLUNHJLMYSSPEIMKVXTU.jpg)
Cargando...
El 19 de marzo pasado cuando se estaba por realizar una audiencia en el despacho del juez Gustavo Amarilla la defensa del excomisario Merardo Palacios presentó un incidente para frenar la diligencia y el magistrado se vio obligado a suspender la audiencia.
Sin embargo, declaró a Walter Bower litigante de mala fe y le impuso una sanción que consistía en un arresto por 48 en la guardia del Poder Judicial. En relación con Palacios no pudo hacer lo mismo ya que el expolicía lo había recusado.
No obstante, como era de esperarse, la defensa de Bower apeló la decisión de juez Amarilla y el expediente fue a la Cámara, por lo que la sanción no pudo ser cumplida, pero la semana pasada los camaristas de la Tercera Sala, integrada con Cristóbal Sánchez, Bibiana Benítez y José Agustín Fernández, ratificó la sanción al exministro del Interior.
Los camaristas analizaron la apelación presentada y señalaron “que ante el arresto disciplinario este Tribunal de Alzada advierte que el juez ha hecho uso de la facultad conferida por ley de sancionar, en virtud de los artículos 17 del CPC y 236 del COJ, que establecen el arresto como sanción disciplinaria, atendiendo a su criterio en relación a la conducta demostrada por el señor Walter Bower, que obstaculiza la prosecución de la presente causa. Su conducta debe estar orientada con criterio de justicia sin desmedro de su interés particular, por lo que surge de las constancias de autos que su conducta es plausible de la sanción impuesta”.
Seguidamente los integrantes del Tribunal de Alzada confirmaron en todos sus puntos la resolución del 19 de marzo pasado, dictada por el juez Gustavo Amarilla.
Se corrió vista de la resolución a las partes y si no hay apelación, se esperará que la presente decisión quede firme para que sea ejecutada, pero, conociendo la predisposición de trabar el caso que viene demostrando desde hace 18 años Walter Bower, se espera que presenten algún incidente más.
La confirmación de la sanción por la que Bower debe estar arrestado por 48 puede parecer insignificante, pero tiene un gran valor para advertir a los procesados, y sobre todo al exsecretario de Estado, de las consecuencias de intentar dilatar en forma indefinida, este proceso.
Además desde hace 18 años que Walter Bower, tiene la complicidad de una justicia que no tomó con mano dura su actitud de litigante de mala fe y se puede decir que fue sumisa para que el político colorado eluda a la justicia.
Este caso se inició a mediados de mayo del año 2000 cuando durante el gobierno de Luis Ángel González Macchi, un grupo de comisarios al parecer intentó dar un golpe de Estado. Hubo varios arrestado, entre ellos los comisarios Alfredo Cáceres y Jorge López, quienes fueron sindicados como los cabecillas de la sublevación y fueron llevados detenidos a la comisaría 11ª Metropolitana, donde según el relato de los referidos oficiales fueron sometidos a apremios físicos de parte de los entonces comisarios Merardo Palacios y Basilio Pavón, a los que se sumó el oficial 1° Osvaldo Vera, todo bajo las órdenes del ministro del Interior, Walter Bower.
Luego los detenidos fueron llevados hasta la sede de la Marina, donde siguieron siendo golpeados, para que confiesen su implicancia en el golpe de Estado.
Una vez que las víctimas fueron liberadas presentaron la denuncia por torturas. Tras las pesquisas apareció el libro de novedades de la Marina, donde quedó registrado el ingreso de los policías torturados y los denunciados.
Todos fueron imputados, pero desde hace 18 años que los procesados vienen presentando chicanas, para que el caso no avance.
Los procesados encontraron una gran aliada en la Corte Suprema de Justicia, que fue la que más tiempo mantuvo “cajoneado” el expediente.
Tan largo se volvió este caso que Basilio Pavón, uno de los procesados, murió sin definir su situación.
Al parecer, los otros imputados también quieren irse de este mundo sin una condena y hacen que los años corran.
Procesado niega ser litigante de mala fe
El 23 de marzo, luego que el juez penal de Garantías Gustavo Amarilla decidiera ordenar el arresto por 48 horas de Walter Bower por ser un litigante de mala fe, el procesado llamó a una conferencia de prensa en la que negó la acusación del magistrado y en contrapartida denunció que a lo largo del presente proceso se vienen violando sus derechos.
“Estaré siempre sometido a la justicia, a veces mal administrada; a la justicia de Dios, a la justicia de los hombres. He tomado la decisión de reformular mi defensa”, dijo Bower a los miembros de la prensa.
“Mis derechos humanos y los de mi familia son violados desde hace 17 años. Se desconoce mi derecho fundamental a ser juzgado con las debidas medidas y dentro de un plazo razonable por un juez penal competente, independiente e imparcial”, apuntó más adelante.
También dijo que la verdad saldrá a flote y que se va a saber lo que ocurrió, haciendo alusión a que nunca cometió los hechos de tortura de los que se le acusa.
Sin embargo desde esta redacción se trató de hacer una recopilación de todos los incidentes que Walter Bower fue presentando desde el momento en que se lo imputó y la misión se volvió, aparte de titánica, casi imposible, ya que fueron innumerables los planteamientos meramente dilatorios que fue presentando el exministro del Interior para tratar de frenar el avance de la justicia que trata de esclarecer los hechos denunciados por dos comisarios que dijeron haber sido torturados entre los días 18 y 19 de mayo de 2000, por los hoy procesados y el ya fallecido comisario Basilio Pavón.
Recusaciones a jueces, camaristas, acciones de inconstitucionalidad e incidentes son los que plagan los tomos de este expediente que está por cumplir 18 años de andar por los tribunales.
La denuncia de Walter Bower de la falta de un juez para que lo juzgue en tiempo y forma se da en gran medida a las chicanas que presenta.
La última fue una recusación contra el juez Gustavo Amarilla, a quien lo confirmó el Tribunal de Alzada, que tuvo que esperar que la misma Corte Suprema de Justicia también destrabe acciones de inconstitucionalidad, para poder tomar las decisiones en el presente proceso.
Actualmente el juez Amarilla es el designado como titular del proceso y tiene competencia para poder llamar a las diligencias que están pendientes. Se espera que cuando se convoquen a las partes no vuelvan a presentar recusaciones.
Cuando Merardo Palacios fue sancionado con una multa, por un buen tiempo no presentó más incidentes y le pasó la “posta” a Walter Bower, quien fue el encargado de trabar a cada paso el avance del proceso. Ahora que la sanción recayó en él, se espera que también pare con los incidentes.
Si es verdad que Bower quiere un juicio rápido, desde hace 18 años que viene errando el camino.
1. Varios jueces ya tuvieron el caso
En 18 años de proceso varios fueron los jueces que ya tuvieron el expediente. El primero en entender en el caso fue el juez Pedro Mayor Martínez, quien el 18 de abril de 2001 admitió la imputación contra Walter Bower. En el año 2003 el magistrado Daniel Ferro fue el que recibió el proceso. Ya en el año 2009 fue Julián López el titular del proceso. Actualmente es el magistrado Gustavo Amarilla, el que lleve adelante la causa, pero ya tuvo que sortear recusaciones y otros incidentes que frenan su labor.
2. La Corte, la mejor aliada
En junio de 2003 la Sala Constitucional integrada por los entonces ministros Jerónimo Irala Burgos, Carlos Fernández Gadea y Raúl Sapena Brugada decidió rechazar una apelación de Walter Bower contra la acumulación del proceso por torturas con los policías involucrados, pero para tomar esa decisión tardaron un año y medio. La Sala Constitucional de la Corte, integrada por Antonio Fretes y los exministros Víctor Núñez y José Altamirano, cajoneó el expediente por torturas contra Walter Bower durante cinco años.
3. La Cámara también trabó el caso
El 8 enero de 2012 los camaristas Agustín Lovera Cañete, José Agustín Fernández y Carlos Bray Maurice rechazaron la apelación en subsidio de una reposición que planteó Walter Bower, contra la convocatoria para la audiencia preliminar. Su defensa alegó mala notificación y al Tribunal de Alzada le tomó nada menos que dos años expedirse sobre esta causa. De esa forma el caso quedó parado ante la lentitud de las autoridades judiciales para decidir una de las tantas chicanas.
4. Procesados sancionados
La sanción de arresto que le impusieron ahora a Walter Bower no es la primera que se le aplica a uno de los imputados en este proceso, ya que el 7 de noviembre de 2013 el juez Julián López también decidió sancionar al procesado Merardo Palacios con 50 días-multa (unos G. 3.000.000) ante los planteamientos dilatorios que el procesado venía planteando para trabar el caso. Luego el magistrado López se inhibió por una recusación planteada por el excomisario Merardo Palacios.