El proceso sui generis a Moria Casán

Moria Casán se presentó luego de tres años a nuestro país por el robo de las joyas de Armando Benítez.

Lo hizo el pasado 14 de diciembre. Le señalaron que en tres días solucionaría su situación porque ya había un acuerdo con el joyero.

Sin embargo, al día siguiente de que se puso a disposición de la justicia paraguaya, Moria fue enviada a la cárcel del Buen Pastor.

Y ese mismo día de ingresar en prisión se ganaba un nuevo proceso, cuando se encontraba 1,6 gramos de cocaína en su billetera. Una ínfima cantidad, pero prohibida por nuestra legislación.

La defensa de Moria se centró en solucionar el tema de la doga debido a que el marco penal es de hasta 15 años. Todo el trabajo se enfocó en demostrar que es adicta.

Fue así como el pasado lunes lograron que el juez Rubén Riquelme realizara el cambio de calificación al declararla adicta.

De esta manera, se levantó su prisión en este caso. El siguiente paso era el que se dé una situación similar por el caso de las joyas.

En menos de 48 horas la defensa logró la audiencia de revisión de la medida de prisión.

Pero al llegar al juzgado se encontraron con la grata sorpresa de que la audiencia de revisión de medidas era en realidad una preliminar, es decir, en la cual se debía resolver si se otorgaba suspensión condicional del procedimiento tal como lo requirió la fiscala Genoveva Figueredo.

Paralelamente, se realizaba otra audiencia preliminar en el juzgado de Rubén Riquelme, en ausencia de Moria Casán, con la representación de sus abogados.

También la fiscalía, en este caso, a cargo de la fiscala Elva Cáceres, allanaba el camino.

Fue así como en el caso de la cocaína, el juez Rubén Riquelme declaró la extinción de la causa.

Mientras que en el caso de las joyas, la jueza Marchuk dispuso la suspensión condicional de procedimiento por dos años.

Durante este tiempo, Moria deberá venir a Paraguay cada tres meses para firmar el libro de comparecencia en el juzgado de Luque.

Además, deberá realizar una donación de G. 150 millones para las Hermanas Vicentinas de Lambaré, entre otras medidas.

El juicio a Moria tuvo sus aristas llamativas hasta el último momento. Por ejemplo, a su defensa integrada por los abogados Osvaldo Peña Álvarez, Miriam Areco, Keiko Kanazawa, se sumó Carlos Rodríguez Brun (también abogado del joyero Juan Armando Benítez Gil, querellante en esta causa).

A esto se suma que otro de los abogados, Hugo López, fue desvinculado vía mensaje de texto, momentos antes de la audiencia, tras la cual Moria terminó en la cárcel.

Queda como imagen una justicia fluctuante, que se presentó muy benévola con Moria en el año 2012, tras la denuncia del escándalo.

Pero con su vuelta al Paraguay, la justicia mostró una rigurosidad que sorprendió a todos.

Y para cerrar la historia, mostró una celeridad tal, con la realización de dos audiencias preliminares.

Fue así como Moria dejó la cárcel a la tarde y a la noche ya estaba en su país.

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