En la nebulosa

El pasado sábado se cumplieron 12 años del atentado que costó la vida a la administradora de la Aduana de la Terminal de Contenedores del Kilómetro 12 (ex Algesa), Yolanda María Mercedes Benítez Ferreira. El ataque registrado en la Ruta VII fue perpetrado por supuestos “piratas del asfalto”. El crimen hasta ahora sigue en la nebulosa y nunca se pudo contrarrestar la hipótesis del robo de un maletín con 350.000 dólares americanos.

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El ataque se efectuó a las 18:38 del 23 de setiembre de 2005 en el kilómetro 166 de la Ruta VII “Dr. Francia”, en la zona de Arroyo Morotí del distrito de Caaguazú, cuando la funcionaria viajaba hacia Asunción a bordo de su camioneta Nissan Patrol conducida por su pareja, el médico Amado Peralta Portillo. Les acompañaban en el rodado Édgar Ibáñez y Lorenzo Martínez, cuando en el trayecto fueron emboscados supuestamente por una banda de “piratas del asfalto”, que iban en una camioneta Suzuki Vitara.

Uno de los tres hombres a cara descubierta que iba a bordo del rodado en mención quedó en el volante, en tanto que los otros dos bajaron, uno de ellos con una ametralladora y el otro con una pistola automática.

Edgar Ibáñez, quien viajaba en el asiento trasero detrás de la funcionaria aduanera, comentó que los atacantes abrieron fuego contra el lado izquierdo del vehículo, lado del conductor, y que al percatarse del hecho, instintivamente bajó la cabeza. Añadió que la administradora recibió al menos tres impactos en la cabeza y que de la ráfaga cuatro proyectiles impactaron en el vehículo en que viajaban.

Yolanda María Mercedes Benítez Ferreira falleció al instante a consecuencia de los impactos de bala, mientras que los otros tres ocupantes de la Nissan Patrol salieron ilesos del atentado.

El vehículo Suzuki Vitara usado por los sicarios fue abandonado por problemas en el motor y posteriormente fue localizado por los investigadores.

Eliminación de una “pieza clave” 

En el marco de la investigación la Policía detuvo como sospechoso el 1 de octubre de 2005 a Hernán Adolfo Román Duarte. Este reveló al fiscal Alejandrino Rodríguez y al fiscal adjunto de la zona Alfirio González, que el objetivo de la banda era alzarse con un botín calculado en unos 300 a 350.000 dólares.

El detenido pasó a guardar reclusión en la cárcel regional de Coronel Oviedo, pero llamativamente escapó del reclusorio 11 de diciembre de 2005. Esto evidenció la existencia de ciertas “conexiones”, debido a que el escape le resultó relativamente fácil.

Hernán Román Duarte era considerado una “pieza clave” para dilucidar el caso, después de que entregara un paquete de informaciones confidenciales sobre la planificación del asalto al vehículo de la exjefa aduanera.

Sin embargo, el 28 de octubre de 2006 fue acribillado supuestamente en Foz de Yguazú y su cuerpo fue arrojado en un barrio de esta ciudad brasileña. A causa de este asesinato, el crimen de la funcionaria de Aduanas quedó en la nebulosa.

cazenave@abc.com.py

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