Expectativas por la presencia de Neneco

Vilmar Acosta Marques ya está en Paraguay luego de ocho meses de proceso de extradición. Su presencia en el Paraguay representa un compromiso por parte de las autoridades de Gobierno ya que es uno de los pocos casos, sino el único, en el que Brasil accedió a entregar un procesado a nuestro país. También representa una responsabilidad por parte de la fiscalía porque es mucho lo que puede aportar Neneco sobre la narcopolítica en nuestro país. Y también es un compromiso para la justicia, que debe garantizar un proceso justo. Hay expectativas por todo lo que se viene.

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Acosta Marques fue traído a nuestro país el pasado martes. Dos aviones fueron a buscarlo a Campo Grande. Uno de ellos llevaba a la delegación policial encabezada por el jefe de Interpol, Luis Arias, y el jefe del departamento Antisecuestro, Gilberto Fleitas.

Justamente Fleitas fue el que junto al comisario general Críspulo Sotelo (hoy comandante) tuvo un papel relevante en la localización de Neneco en Brasil.

En el otro avión viajaron el fiscal general del Estado, Javier Díaz Verón, y el fiscal de Salto del Guairá, Lorenzo Lezcano. Este funcionario también trabajó con los policías para la captura del exintendente de Ypejhú.

Intentando mostrar calma, pero con un rostro que denotaba tensión, Acosta fue protagonista central de esta extradición.

Habló con el fiscal Lezcano, cuando este le recordó que era el funcionario que le habló en su calabozo de la sede policial de Naviraí, tras ser detenido horas antes en la localidad de Caarapovo.

“Ya no me hallaba acá” le dijo Neneco a Lezcano en guaraní, a lo que el fiscal preguntó el motivo por el cual no se allanó a la extradición. Acosta simplemente le respondió “ajépa” (verdad).

Tras la entrega a las autoridades cuando era llevado al avión de la Fuerza Aérea que lo iba a traer a Paraguay fue abordado por los periodistas: “Solo voy a hablar en presencia de mi abogado”, dijo denotando una actitud defensiva.

Pero al ser insistido y consultado si es que se iba a someter al proceso, Acosta Marques respondió que lo iba a hacer.

Preguntado si creía en las garantías que le ofrecen las autoridades paraguayas, asintió con la cabeza.

Una vez en nuestro país no quiso hablar y hasta llegó a perder la paciencia en el local de la Fope por la insistencia de hablar con él. “Ya dije que no quiero hablar”, le espetó a un comisario.

Igualmente se abstuvo de declarar ante los fiscales Sandra Quiñónez y Lezcano.

Neneco se puso en las manos del abogado Vicente Alderete, quien lo había representado antes de que se fugara del país.

El juez Carlos Martínez lo remitió al penal de Tacumbú, donde el compromiso de las autoridades es aún superior.

Que le ocurra algo negativo dejaría la imagen de Paraguay en el suelo, sobre todo ante Brasil que, como muy pocas veces, entregó a un procesado a otro país.

También sube el nivel de exigencia de la fiscalía no solo para probar acabadamente la autoría moral de Acosta, sino para conocer a aquellos que le dieron tanto poder que lo terminó por marear y terminar, supuestamente ordenando la muerte del corresponsal de ABC en Curuguaty, hecho ocurrido el 16 de octubre de 2014. Allí también murió la joven Antonia Almada.

Y en lo referente a la justicia la exigencia es garantizar un proceso justo, con una sentencia ajustada a derecho.

Su presencia en nuestro país viene precedida de ocho meses de proceso de extradición.

El Supremo Tribunal Federal, con dictamen favorable de la Procuraduría General de la República de Brasil, ordenó su extradición el pasado 25 de agosto.

Paraguay se comprometió en los siguientes términos para la extradición: “Se deja expresa constancia de que el hecho punible de homicidio doloso imputado al ciudadano paraguayo Vilmar Acosta Marques  es extraditable”, refiere el escrito.

Añade: “La persona requerida no ha cometido un delito exclusivo del derecho militar como tampoco es perseguible por motivo de raza, religión, nacionalidad, u opinión pública, delito político, dando cumplimiento de esta manera a lo establecido en el Capítulo III del Acuerdo sobre Extradición entre Partes del Mercosur, suscrito en Río de Janeiro el 10 de diciembre de 1998, aprobado y ratificado en la República del Paraguay por la Ley 2753/2005”.

Luego enfatiza: “La causa seguida al ciudadano paraguayo Vilmar Marques se inició el 16 de octubre del año 2014, se encuentra en trámite y no se halla prescripta”.

Sigue diciendo: “Igualmente se otorgan las seguridades suficientes al Juzgado requerido de que se computará el tiempo de privación de libertad que demande el trámite de extradición como si el extraditable hubiese estado privado de su libertad en el presente proceso penal en la República del Paraguay, dando cumplimiento de esta manera al Artículo 17 del Acuerdo de Extradición entre los Estados partes del Mercosur, suscrito en Río de Janeiro el 10 de diciembre de 1998, en concordancia con el artículo 91 inciso II de la ley 6815/80 y su modificatoria por la Ley 1278/2013”.

Acosta, a través de su abogado, pidió quedar recluido en la Agrupación Especializada.

Pero el juez rechazó el pedido porque en esa sede policial está recluido Arnaldo Cabrera, quien era su chofer.

La ministra de Justicia, Sheila Abed, y la fiscala Sandra Quiñónez visitaron el lugar de reclusión.

“No es que come mejor o está en mejores condiciones. Es claramente por motivos de seguridad, es una persona de alto riesgo y tenemos que asegurar que no se produzca ningún incidente”, explicó la ministra sobre el lugar de reclusión de Acosta.

Una advertencia para el crimen organizado

El fiscal general del Estado, Javier Díaz Verón, y el procurador general de la República Federativa del Brasil, Rodrigo Janot, destacaron durante la XIX Reunión Especializada de Ministerios Públicos del Mercosur, realizada recientemente en Encarnación, que el trabajo coordinado entre ambos países permite la rápida extradición de requeridos por algún tipo de delitos.

Díaz Verón homenajeó a su colega. “Queremos hacer público el agradecimiento al procurador general de Brasil, pues se desempeñó como si representara a Paraguay en el proceso de extradición de Vilmar Acosta”, dijo tras entregarle un reconocimiento.

Añadió: “El Ministerio Público no tiene fronteras. Es un logro para la sociedad y para que el sistema de justicia recupere la confianza de esa sociedad. El trabajo de cooperación jurídica entre los países es una advertencia para el crimen organizado. Estamos preparados para hacerle frente”.

Mientras que el procurador general Janot recordó la rápida intervención de Paraguay en la extradición del médico Roger Abdelmassih, condenado a 278 años de prisión, por abuso sexual de sus pacientes.

El conocido como Dr. Horror fue detenido en el 2014, en Villa Morra, tras permanecer prófugo por 3 años.

Janot hizo alusión que el caso de Neneco también tuvo que ver con el trabajo de cooperación.

“Es una retribución a una cortesía profesional con Paraguay, por la rápida entrega del condenado. Es un mensaje para que los criminales entiendan que, aunque traten de huir y traten de esconderse, ellos mismos y sus bienes, fuera de su país, esos bienes o esas personas serán encontrados. La cooperación internacional es fundamental en la lucha contra la delincuencia”, aseveró.

Los fiscales de Asuntos Internacionales Juan Emilio Oviedo de Paraguay y Vladimir Aras de Brasil realizaron un trabajo preponderante en ese sentido para la comunicación entre ambas fiscalías, reconocieron ambos titulares del Ministerio Público.

Recientemente los cuatro altos funcionarios coincidieron en una reunión que se realizó en el hotel Awa de Encarnación.

En ese encuentro también participaron los fiscales generales Alejandra Gils Carbó (Argentina), Luisa Ortega Díaz (Venezuela) , además de Sabas Chahuan (saliente de Chile) y Jorge Abbott (entrante de Chile).

ocaceres@abc.com.py

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