Jubilación vip

Ya obra en el Poder Ejecutivo el proyecto de ley que modifica la Ley 842/1980 del Fondo de Jubilaciones y Pensiones para miembros del Poder Legislativo. 

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Este proyecto establece que los congresistas se jubilarán con dos y tres periodos. Un detalle no menos importante: la jubilación de los parlamentarios ya no dependerá del Instituto de Previsión Social.

Este proyecto de ley establece básicamente que un parlamentario puede jubilarse con 55 años, dos periodos (10 años) con el 60% del promedio de lo percibido en concepto de dieta y gastos de representación en los últimos 60 meses.

Así también que un legislador pueda jubilarse con 55 años, tres periodos (15 años) con el 80% del promedio de lo percibido en concepto de dieta y gastos de representación en los últimos 60 meses.

Está claro que los parlamentarios se consideran distintos al ciudadano común: ergo, sus electores. Este proyecto de ley los pinta de cuerpo entero. Y no es mero populismo lo que estamos señalando.

A cualquier trabajador aportante del IPS, le puede llevar como unos 35 años de trabajo llegar a la jubilación.

Para cualquier trabajador, IPS es la solución a los problemas de salud. 

Pero claro, previamente tiene que aguantar por lo menos dos meses de espera para conseguir un turno.

Y si el caso es de gravedad, tiene que resignar a quedar tendido en una camilla, aguantando el dolor y en Urgencias hasta que se los pueda atender.

Los parlamentarios son gente distinta porque ellos no tendrán la necesidad de dedicarse a tanto tiempo de trabajo para tener un salario de por vida, y, por supuesto, serán atendidos en los mejores hospitales privados, con el presupuesto que el pueblo les paga.

Es cierto que con relación a la jubilación los parlamentarios son los que pagan con sus aportes. ¿Pero cómo los garantizan? 

Pero lo más grave de todos es la imagen que proyectan los parlamentarios de deben tener un trato especial por ser autoridades.

Ni siquiera deberían esperar el veto del Ejecutivo para retirar ese adefesio de proyecto. 

Si son coherentes, con lo que dicen ser: representantes del pueblo, deberían renunciar a sus privilegios, trabajar por convicción y con la paga asignada por el presupuesto. Se los votó pero nadie los obligó.

ocaceres@abc.com.py

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