Oficial de Policía hacía de guardaespaldas de mafioso

Un oficial de la Policía Nacional fue sorprendido la semana pasada haciendo de guardaespaldas de un miembro de la cúpula del (PCC), capturado en Asunción. El uniformado estaba asignado a la comisaría 4ª Metropolitana, cuyos jefes fueron destituidos tras el escándalo. Ahora lo que se tiene que saber es cómo el uniformado fue a parar en ese lugar, quién se lo ordenó y por qué sus jefes hacían la vista gorda a esta actividad al margen de la ley y cuánto cobraban por ello.

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El oficial segundo de Policía Nacional Carlos Alfredo Mendoza (27) fue sorprendido en la tarde del miércoles último en una residencia del barrio San Cristóbal de Asunción, donde hacía de guardaespaldas del “pez gordo” de la organización criminal brasileña Primer Comando Capital (PCC) Eduardo Aparecido de Almeida (39), alias Piska, quien fue detenido y expulsado del país. Este último, quien estaba a punto de escalar al primer anillo de la estructura mafiosa, había llegado al Paraguay proveniente de Bolivia, escapando de una guerra interna.

De acuerdo a los investigadores, el oficial Mendoza, a parte de servir de custodio y chofer, también debía actuar de campana, es decir, prever cualquier procedimiento de sus camaradas tendiente a la captura de su patrón. Igualmente, se pudo saber que, debido al parecido físico con el capo mafioso, este acostumbraba utilizar los documentos de identidad del uniformado para movilizarse libremente por la capital y otras ciudades aledañas.

Como respuesta a este verdadero escándalo, la Comandancia de la Policía destituyó al jefe y al subjefe de la comisaría 4ª Metropolitana, comisario Hugo Ayala y subcomisario Hugo Marín, respectivamente. Según los investigadores, ambos necesariamente debían conocer las actividades del personal afectado.

Es más, Mendoza estaba asignado exclusivamente a la seguridad del capo mafioso, los responsables de la comisaría no pueden alegar desconocimiento, más aún cuando el “trabajo” del agente estaba fuera de la jurisdicción de la comisaría 4ª Metropolitana. Los antidrogas que efectuaron la captura de Piska señalaron que tanto el jefe como el subjefe de la citada unidad policial habrían percibido importantes sumas de dinero en dólares para aprobar el “trabajo” que estaba realizando uno de los oficiales asignados a la comisaría. Igualmente, los agentes están investigando las conexiones de ambos jefes policiales con la organización criminal PCC, ya que existen sospechas de que uno de ellos o ambos fueron contactados para encargarse de la seguridad de Piska durante su estadía en la capital, hecho que confirmaría la vinculación de uniformados con parte de la estructura mafiosa, actualmente instalada en Asunción, dijeron.

Investigados

El comisario Hugo Ayala y el comisario Germán Genes, jefe y subjefe, respectivamente, de la comisaría 4ª Metropolitana, son responsables directos de la actividades al margen de la ley que uno de los oficiales de la unidad realizaba. Es más, existen sospechas de que ambos cobraron importantes montos por permitir que el oficial Mendoza “trabaje” de custodio de un mafioso.

brlopez@abc.com.py

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