Reveló órdenes y promesa

El suboficial Gustavo Florentín, único imputado y preso por el homicidio del joven dirigente liberal Rodrigo Quintana en el ataque al PLRA, el 1 de abril pasado, reveló por primera vez y en sede fiscal las órdenes de sus superiores y la promesa de casa y dinero en caso de que asuma la autoría del crimen.

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En la declaración escrita del suboficial ayudante Gustavo Adolfo Florentín Silva, de 24 años, aparece el relato detallado de lo que sucedió días antes de la aprobación de la enmienda constitucional para la reelección presidencial.

El uniformado, único imputado y preso por el homicidio del joven dirigente liberal de La Colmena, Rodrigo Quintana, especificó las órdenes impartidas por los jefes policiales entre el 31 de marzo y 1 de abril.

Fue convocado en seis ocasiones, en dos se abstuvo de declarar, en tres pidió suspensión, y finalmente, el lunes 14 de agosto su defensa pidió declarar ante el fiscal interino Hernán Galeano.

En su extensa declaración que duró unas 9 horas y que se tradujo en diez hojas por escrito, por primera vez, el suboficial detalló lo que aconteció entre el 28 de marzo y 1 de abril. 

Florentín dijo que previo al 31 de marzo, hubo una orden de acuartelamiento del cual participó por instrucción del Crio Julio César Melgarejo, quien como “castigo” porque contaba con arresto domiciliario en la Comandancia por una causa penal que tenía en su contra, no le daba día libre, según especificó el uniformado.

El Ministerio Público, con lo referido por Florentín y con el resultado del cruce de llamadas del entonces comandante de la Policía, Crio. Críspulo Sotelo, ya no puede sostener que el atropello al local partidario partió de un impulso de los policías y en respuesta a actos vandálicos de simpatizantes liberales. Todo lleva a un atraco sincronizado al local partidario, sin orden judicial ni presencia de ningún fiscal.

Según Florentín, entre el 29 y 30 de marzo estuvo realizando patrullas con el oficial primero Óscar Daniel Ortiz, jefe de Compañía del Pelotón Antidisturbio de la Agrupación de Seguridad, y con el propio Crio. Julio César Melgarejo. Dijo que participó poniendo las vallas frente al Congreso Nacional. 

El 31 de marzo, indicó que recibió la orden superior de realizar trabajos como antidisturbio frente al Congreso, desde las 16:00.

Asimismo, reveló la orden de “abandonar” el edificio e indicó que partió de los propios comisarios Prudencio Burgos y Enrique Isasi. También dijo que Isasi les reabasteció de municiones más tarde, ese día, en las inmediaciones del Palacio de Gobierno.

Tras la orden de abandonar el Congreso, indicó que se quedó detrás del Palacio de López porque surgió la versión de que sería atacado el lugar, y retornó frente a la Comandancia de la Policía una vez que se quemaron en el lugar vehículos particulares y ocasionaron destrozos, aproximadamente a las 20:30. 

Luego, Florentín refirió que hizo despejes de turbas y aprehensión de aparentes barra bravas de clubes que realizaban saqueos por el centro, y que el Crio. Amado Cantero les encontró sobre la calle Herrera alrededor de la medianoche, y les ordenó de forma prepotente ir a las inmediaciones de ABC Color a reprimir incidentes, pese a que el subcomisario Héctor Acuña, les comunicó que estaban agotados y casi sin municiones. 

Tras esto, indicó que Cantero les llevó en una patrullera a la sede del PLRA, donde los simpatizantes se mostraron agresivos ya que tiraban cascotes, 12x1, y hasta había disparos de armas de fuego. El comisario, según el suboficial, recibió dos llamadas, una para ir hasta el PLRA, ubicado sobre las calles Iturbe y Manuel Domínguez, y luego ordenó el ingreso al esa sede partidaria, donde se produjo el homicidio de Rodrigo Quintana.

La abogada defensora Selva Rodríguez había dicho que su cliente escuchó que Cantero recibió instrucciones de un “tal José” (sería José Ortiz), pero esto no aparece en su relatorio fiscal.

Sobre el crimen, el imputado alega inocencia, ya que indica que el disparo fue efectuado por Arnaldo Andrés Báez, quien abrió la puerta de la sede. Dice que le atribuyen el hecho solo porque su camarada es zurdo y parece que el destello sale de su escopeta, según el vídeo de circuito cerrado. Por este motivo, su defensa pidió nueva pericia.

Asimismo, contó que dentro del local le tiraron dos bombas molotov, que no explotaron porque perdieron sus mechas para su suerte.

Casa y dinero 

Tras el crimen, Florentín relató que el entonces viceministro de Seguridad, Lorenzo Lezcano, actual ministro del Interior, le ofreció casa y dinero para que asuma la autoría, algo que rechazó. “Me dio un abrazo, y me dijo que no me preocupe, que vamos a salir de esto, que el instituto policial está conmigo, y que está orgulloso y que el presidente de la República me manda decir que me da su apoyo”, especificó.

Con arresto

El suboficial Gustavo Florentín reveló que tenía arresto domiciliario en la Comandancia, pero que estaba “castigado” por el Crio. Julio César Melgarejo, quien no le daba día libre y le ordenó participar de los preparativos previos y posteriores, como antidisturbio, frente al Congreso Nacional.

Abandono 

Florentín contó que los comisarios Prudencio Burgos y Enrique Isasi ordenaron abandonar el Congreso, que fue tomado, saqueado y quemado por manifestantes, pese a que había 210 agentes antidisturbios. También dijo que Isasi fue el que le reabasteció con municiones en una ocasión, cerca del Palacio de Gobierno.

El ataque

El ataque a la sede del PLRA, en la madrugada del 1 de abril, fue ordenado por el comisario Amado Cantero, dijo en su declaración indagatoria Gustavo Florentín. Él mismo, indicó, recibió dos llamados en su teléfono corporativo, uno para ir al local y otra llamada ya en el lugar, que autorizó el atraco al edificio partidario.

Rechaza que hubo propuesta

El ministro del Interior, Lorenzo Lezcano, rechazó las declaraciones del suboficial ayudante de Policía Gustavo Adolfo Florentín Silva, de 24 años de edad, quien ratificó ante el Ministerio Público en que supuestamente el secretario de Estado le ofreció dinero y casa a cambio de que se atribuyera toda la responsabilidad del mortal ataque a la sede del PLRA.

Lezcano, quien en ese momento era viceministro de Seguridad Interna, sin embargo reconoció que fue uno de los que habló con el policía ahora imputado, aquella mañana del 1 de abril, en la sede del departamento de Investigación de Delitos, horas después de que el agente fuera supuestamente identificado y arrestado por la muerte del dirigente liberal Rodrigo Quintana. 

“En ningún momento hubo ningún ofrecimiento ni tampoco se le sugirió que él se atribuyera la responsabilidad de lo sucedido. Incluso, él mismo pidió asistencia y se le contestó que eso se iba a canalizar por medio de la Dirección General de Bienestar Policial. También nos contó que su mujer estaba embarazada y nos pidió que no se la abandonara”, indicó el actual ministro del Interior sobre la declaración que lo salpica.

Justificó sus llamadas con el entorno cartista

El excomandante de la Policía Crio. Críspulo Sotelo fue convocado por el fiscal Hernán Galeano tras la pericia del cruce de llamadas que reveló las insistentes comunicaciones que mantuvo con el entorno cartista entre el 31 de marzo y 1 de abril pasado, durante los actos de violencia y el ataque al PLRA.

Sotelo tuvo que admitir que en la noche de 31 de marzo, José Ortiz se comunicó con él, pero para intentar justificar las 16 comunicaciones que mantuvieron dijo: “Ortiz me llamó, al igual que varias personas, a manifestarme su preocupación por los sucesos, para solidarizarse conmigo, pues como civil que es no sabe los procedimientos que se realizan en este tipo de sucesos violentos, tampoco cómo actuar en dicha situación”, .

Dijo que le une al empresario tabacalero y hombre de confianza del presidente Horacio Cartes, una amistad de 10 años, cuando era jefe de la comisaría de Hernandarias y el gerente de Tabesa ya residía en el Paraná Country Club.

También habló de la llamada que le hizo el presidente Cartes, minutos antes de la muerte de Quintana. 

“Era porque quiso interiorizarse de la situación y en todo momento me recalcó mantener la tranquilidad, a lo que yo respondía que podía descansar y que si surgía una novedad muy importante le iba a comunicar”. Luego remató: “Posteriormente tuve que llamarle (y avisarle) lo del fallecimiento del joven Quintana”. 

A su vez, señaló que esa noche se comunicó, unas 24 veces, con Luis Canillas, consejero de Yacyretá, de quien dijo es su amigo e indicó además que la EBY proveía de logística a la Policía.

El entonces comandante declaró en Fiscalía sin que nadie se enterase y como un presagio de lo que iba a declarar el suboficial Gustavo Florentín, Sotelo aclaró que no mantuvo ninguna comunicación con el comisario Amado Cantero, jefe de la Comisaría Tercera Metropolitana. 

El suboficial Florentín declaró hace una semana que Cantero dio la orden para ingresar al PLRA, tras recibir una comunicación vía radio y otra telefónica. Hasta ahora ningún jefe policial asume la responsabilidad de la orden del ingreso ilegal y violento.

Quien dio orden “no lo conoce”

El jefe de la comisaría 3ª Metropolitana, Crio. Amado Cantero, dijo que él nunca estuvo y que ni siquiera se encontró con Gustavo Florentín, quien le atribuyó la orden de ataque al PLRA.

“Yo nunca estuve con él ahí; no nos encontramos, ni siquiera le conozco. Yo no estuve con el grupo que entró al PLRA”, indicó Cantero. 

El comisario principal fue el último oficial superior al que se lo vio y se lo filmó caminando hacia el Directorio del PLRA momentos antes del violento ataque en el que murió Rodrigo Quintana, a consecuencia de un tiro de escopeta presuntamente efectuado justamente por Florentín. 

Por su parte, el director general de ISEPOL, Crio. Prudencio Burgos, refutó los dichos de Gustavo Florentín, quien aseguró que el citado jefe policial ordenó que se liberara el edificio del Congreso para facilitar el ataque de los manifestantes, el 31 de marzo.

Burgos era en ese momento director de la Primera Zona Policial y máximo responsable de la cobertura de seguridad ordinaria en el centro de Asunción. “Lo que el comandante (Críspulo Sotelo) ordenó fue que ningún personal con armas de fuego se quedara ahí. No se abandonó el Congreso”, dijo.

griselda@abc.com.py

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