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La zona más afectada por las carreras ilegales en los últimos años fue la ciudad de Capiatá, en las cercanías del Autódromo “Rubén Dumot”, ex Aratirí, donde motociclistas principalmente se acumulaban y organizaban “competencias de velocidad”, entre la noche y madrugada. Especialmente los fines de semana.
Los corredores, ante la presión policial y los controles de la Patrulla Caminera, se vieron forzados a migrar. Tras esto, la problemática se trasladó a la ciudad de Luque.
En ese sentido el jefe de la comisaría 3ª Central de Luque, comisario principal Víctor Vera, declaró que los lugares en los que se organizan las carreras son la autopista Silvio Pettirossi frente al Parque Ñu Guasu, la ruta que une Luque con San Lorenzo, así como la vía Luque-Areguá y la que une a Luque con San Bernardino.
Apuntó que se logró la disminución de esta actividad mediante los controles coordinados con comisarías cercanas y agentes de la Patrulla Caminera y el Ministerio Público, que directamente dicta la prisión para los participantes, sean estos motociclistas o automovilistas.
En ese sentido expuso el jefe policial que con los últimos operativos se logró sacar de circulación a unos 35 “corredores” cuyas motocicletas fueron incautadas. Entre ellos, muchos menores de edad y mujeres.
Por su parte el director de la Patrulla Caminera, Luis Chris Jacobs, manifestó que debido a que no pueden usar la fuerza ante la presencia de “corredores” necesariamente deben dar participación a la Policía a través del 911 y al Ministerio Público, pues “ya pasa a un estamento público, en el que se pone en peligro la vida de corredores y también la de terceros. Además, a veces hay que emplear la fuerza”.
Violaciones a las normas
Jacobs indicó que los motociclistas violan la Ley 5016/14 “Nacional de Tránsito y Seguridad Vial” pues, en su mayoría, no tienen chapa, tampoco cumplen con el uso de luces de los biciclos, no tienen puesto el chaleco reflectivo y mucho menos, llevan consigo las documentaciones correspondientes.
Por su parte el comisario Víctor Vera refirió que los corredores en primer lugar transgreden la Ley 1160/97 “Código Penal de la República del Paraguay”, en cuanto a lo que establece en su artículo 217 de “Exposición a peligro del tránsito terrestre”, que manifiesta en su inciso primero “el que condujera en la vía pública un vehículo pese a no estar en condiciones de hacerlo con seguridad a consecuencia de la ingestión de bebidas alcohólicas u otras sustancias enajenantes”, de no cumplir esto el conductor será castigado con multa o pena privativa de libertad de hasta 2 años.
Así también el artículo 226 del Código Penal indica que el infractor será castigado con hasta 3 años de prisión o multa en caso de incumplir el deber de cuidado, esto direccionado a los padres, en cuanto a los casos de menores de edad.
Y, por último, el artículo 234 del mismo órgano jurídico, de la “Perturbación de la paz pública”, en su inciso primero señala “el que desde una multitud como autor o partícipe realizara conjuntamente con otros hechos violentos contra personas o cosas o influyera sobre una multitud para crear o aumentar la disposición de aquella a realizarlos, será castigado con pena privativa de libertad de hasta cinco años, salvo que el hecho sea sancionado por otro artículo con una pena mayor”.
Un muerto y cinco heridos como saldo de las carreras
El 17 de enero de este año falleció un joven identificado como Alber Vargas Noguera, de 21 años, quien participaba en una carrera clandestina en el kilómetro 18 de la Ruta Transchaco, zona del barrio Central, cerca de la rotonda que conduce al Puente Remanso.
El mismo rozó con otro biciclo, perdió el control y colisionó contra la parte trasera de un automóvil que circulaba en el mismo sentido.
El 6 de marzo cinco personas heridas resultaron heridas al ser arrastradas por un automóvil cuyo conductor realizó una maniobra para desviar a un corredor de una picada, en Luque, sobre la autopista Silvio Pettirossi.