¿Será que fue el último vuelo de Viveros Cartes?

Juan Domingo Viveros Cartes (70), alias “Papacho”, un piloto aviador primero al servicio de los narcotraficantes y luego informante de la DEA, es una persona que corre con mucha suerte en el submundo del tráfico de drogas. Siempre que cayó preso fue liberado incluso teniendo condenas en el exterior, pero parece que el pasado 23 de abril la diosa fortuna le dio la espalda, cuando una vez más fue capturado en Caazapá cuando su avioneta tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia y la Policía aprovechó para detenerlo. La pregunta es, ¿fue el último vuelo del “narcopiloto?

https://arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/PJR6UM7OMVFGVLPJQVBNSWVJ2Q.jpg

Cargando...

Si bien en los años 80 existieron muchos “narcopilotos” al servicio de los carteles de la droga, el que más sobresalió por su destreza para volar era Juan Domingo Viveros Cartes, quien tenía una fama bien ganada de hacer entregas perfectas. Carga que llevaba, carga que llegaba, eso le complacía a los capomafiosos y era el piloto a quien todos buscaban.

Aparte de la destreza para evitar los controles aéreos y volar casi a ciegas, también la suerte siempre estuvo del lado de Papacho, quien era una garantía. Sin embargo, en 1985 la DEA lo detuvo y para no ser llevado a los Estados Unidos, Viveros Cartes accedió a ser informante.

Una nueva historia se comenzaba a escribir en la vida del piloto, quien colaboró por casi diez años con las autoridades antidrogas para “lavar” sus delitos por los que estaba siendo buscado.

Por mucho tiempo no se supo más nada del “narcopiloto”, quien parecía que salió del submundo del tráfico. Sin embargo, Viveros Cartes en el 2001 fue detenido en el Brasil con una carga de 235 kilos de cocaína y por este caso fue sentenciado a 17 años de cárcel. Luego de varios tramites judiciales se logró que Papacho sea traído a Paraguay, donde debía completar los 13 años de pena carcelaria que le dieron en el Brasil. Pero también había otros procesos abiertos a los que el piloto debía hacer frente.

La suerte una vez más estuvo del lado de Viveros Cartes, quien recibió una “ayudita” de la jueza de Ejecución Ana María Llanes Ferreira, quien le otorgó medidas alternativas a la prisión y abandonó la cárcel de Tacumbú.

Como era de esperarse, ni bien dejó el presidio comenzó nuevamente a llevar cargamentos de drogas y se mantuvo prófugo de la justicia con una condena en suspenso.

Detenido en Uruguay

El 29 de julio de 2013, en Uruguay se detuvo a una megaestructura de traficantes de marihuana que operaba desde Paraguay llevando cargamentos vía aérea hasta Uruguay. La operación tuvo varios meses de investigación conjunta entre autoridades antidrogas de ambos países y uno de los muchos capturados que dejó el operativo fue Juan Domingo Viveros Cartes.

Una vez más los trámites judiciales estuvieron del lado de Papacho, quien luego de tres años preso en el Uruguay fue liberado, ya que el pedido de extradición de la justicia paraguaya nunca llegó a ese país.

En febrero de este año el “narcopiloto” regresó al país, pero no se presentó nunca ante la justicia para completar su condena.

Cuando ya parecía que no iban a dar con Viveros Cartes, en la siesta del sábado 23 de abril una avioneta monomotor con matrícula argentina LV-GTI, que sufrió un desperfecto mecánico tuvo que bajar de emergencia a la pista del aeródromo de Caazapá .

El suboficial primero Nelson Giménez, apostado en el aeródromo ubicado en la compañía Loma Clavel, verificó la identidad del piloto tras el aterrizaje forzoso y constató que tenía orden de captura, por lo que procedió a comunicar la detención.

Una vez más Papacho caía en poder de las autoridades y al parecer esta vez la suerte ya no está de su lado. Se entregó al buscado a las autoridades y ahora debe ser llevado a la cárcel para completar los 13 años de condena que le restan. Lo que se espera es que en esta ocasión no cuenta con la “ayuda” de ningún juez que lo vuelva a poner en libertad como ocurrió cuando vino del Brasil.

“Narcopiloto” y luego informante

A inicios de los años 80 cuando el narcotráfico comenzó a instalarse en el país, las estructuras más grandes no solo movían la droga por tierra, sino que comenzaron a operar con avionetas. Para eso se necesitaba de pilotos con experiencia en vuelos clandestinos, con el fin de evitar controles aéreos.

Muchos fueron los “narcopilotos” que se unieron a los grupos criminales, pero uno fue el que más sobresalió y ese era Juan Domingo Viveros Cartes, más conocido en el submundo de las drogas como Papacho.

Arriesgado en sus vuelos que siempre llegaban a destino y con la carga intacta, se ganó primero el aprecio de los “patrones”, pero también las fuerzas antidrogas ya le tenían marcado como un objetivo a ser detenido.

La Administración para el Control de Drogas es la agencia del Departamento de Justicia de los Estados Unidos (DEA), que se involucró en el tema de detener a Viveros Cartes y lo lograron. Para evitar ser extraditado y pagar una larga, como dura condena, el “narcopiloto” llegó a un acuerdo y se volvió informante.

Con la ayuda que Viveros Cartes prestó a la DEA, se detuvo primero en 1985 a Adilson Rosatti, quien fue condenado a 8 años de prisión.

La misión del piloto era llevar grandes cargamentos de droga, pero todo bajo la supervisión de agentes antidrogas; este procedimiento se hizo conocido bajo el nombre de “entrega vigilada”.

Varios hechos similares a este tuvieron resultados positivos y desbarataron a muchos grupos de narcotraficantes.

Tal vez, el hecho más sonado fue el llamado “Caso Parque Cue” (1990) y que se realizó en un camino a Madrejón, a 200 kilómetros de Filadelfia, donde la DEA y la Senad incautaron 349 kilos de cocaína que iba a Colombia para el cartel de Medellín.

La justicia siempre lo ayudó

A finales de julio de 2013 la Policía uruguaya que hacía meses estaba tras una banda internacional de traficantes de marihuana proveniente de Paraguay detuvo a una veintena de personas y varias avionetas, además de incautar 478 kilos de la hierba que estaban repartidos en dos avionetas e incautó una tercera nave que solo tenía combustible en grandes bidones.

Entre los detenidos había un piloto de 66 años quien se presentó con una documentación falsa con el nombre de Juan Gualberto Gómez, sin antecedentes y que venía haciendo de “puntero” a las otras naves que traían la droga.

Sin embargo, con el pasar de los días se supo que en realidad el piloto era Juan Domingo Viveros Cartes, tío del presidente paraguayo Horacio Cartes, lo que causó un gran revuelo en Uruguay.

Pero la operación “Wayra” que detuvo la carga de marihuana en Uruguay tuvo su repercusión en Paraguay donde saltaron los nombres de Francisco Nicolás Sarubbi Brizuela, quien fue intendente de la ciudad de Caazapá por la ANR, y el de César Santiago Morel Roa, hijo de una concejala del mismo sector que Sarubbi, como los contactos paraguayos que enviaban las cargas de drogas. Ambos sospechosos fueron detenidos al igual que otros tantas personas más.

Con Viveros Cartes preso en Uruguay, parecía que la carrera delictiva del “narcopiloto” estaba acabada y que pasaría muchos años tras las rejas en ese país, cosa que no ocurrió nunca en Paraguay.

Pero una vez más esa “suerte” que acompañó a “Papacho” le daba un guiño cómplice.

El 11 de febrero pasado la justicia uruguaya tuvo que dejar en libertad a Viveros Cartes, ya que su par paraguaya no envió en tiempo y forma el pedido de extradición.

Papacho, al decir de sus abogados, iba a entregarse a la justicia paraguaya para cumplir los años de cárcel que le faltaban.

Sin embargo, al llegar a suelo guaraní el “narcopiloto” se dio a la fuga y nunca se presentó a cumplir su condena.

Estuvo poco más de dos meses prófugo, sin que lo pudieran ubicar las autoridades policiales.

Recién el 23 de abril cuando fue detenido de manera fortuita en Caaguazú se lo puso a disposición de la justicia.

Pero siempre a lo largo de más de 35 años Juan Domingo Viveros Cartes recibió la “ayuda” de la justicia que le dio la forma de eludir la cárcel pese a ser detenido con drogas, ya sea en Paraguay o el extranjero.

Como su tío es el presidente de la República, la pregunta era si iba a volver a recibir una “manito” para no ir preso. Sin embargo, tras la captura de Papacho, el mandatario Horacio Cartes salió a decir que no habrá ningún tipo de beneficios con su familiar.

Según Cartes, la justicia se aplicará con su tío como con cualquier otro ciudadano y si tiene que ir a la cárcel lo hará sin beneficio alguno, como uno más.

Sin embargo, si hacemos un recorrido por el historial de Juan Domingo Viveros Cartes, vemos que siempre hubo gente muy influyente que logró que evite las rejas y cuando estuvo preso en el extranjero la justicia se movió de forma inusual para repatriarlo, bajo el pretexto de que iba a cumplir su condena en suelo paraguayo y al poco tiempo lo dejó escapar.

victor.franco@abc.com.py

Enlance copiado
Content ...
Cargando ...