Suerte dispar de implicados

El próximo jueves se cumplirán 16 años del secuestro de María Edith Bordón de Debernardi, ocurrido en 2001 en el parque Ñu Guasu. Fue el primer gran golpe del grupo criminal que más tarde pasaría a autodenominarse Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). Los involucrados tuvieron suerte dispar después del plagio.

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María Edith Bordón de Debernardi, esposa de Antonio Debernardi y nuera del exdirector paraguayo de la Itaipú Binacional Enzo Debernardi, fue secuestrada el 16 de noviembre de 2001, cuando realizaba una caminata en el parque Ñu Guasu de Luque. 

Estuvo retenida por casi tres meses hasta el 19 de enero de 2002, fecha en que sus captores la liberaron tras el pago de un rescate de un millón de dólares.

La investigación policial y fiscal sindicó de inmediato como responsables del plagio a Juan Francisco Arrom, Anuncio Martí, Víctor Colmán, Osmar Martínez, Alcides Oviedo y Carmen Villalba, militantes del entonces Partido Patria Libre (PPL).

Más tarde surgieron más nombres, como el de José Tomás Rosa, su esposa Nidia Espínola de Rosa, De los Santos Saldívar, Aldo Meza y Osvaldo Varela.

No obstante, los involucrados en distinto grado de participación en el secuestro tuvieron suerte dispar. Tres de ellos huyeron del país días antes de que se iniciara el segundo juicio oral y público, otros fueron sentenciados a penas severas, uno falleció en la cárcel y otros se encuentran en libertad tras purgar su condena.

Aún prófugos 

A pesar de que ya transcurrieron casi 16 años del secuestro de María Edith, tres de los acusados por el plagio, Juan Francisco Arrom, Anuncio Martí y Víctor Colmán, acompañaron todo el proceso hasta la audiencia preliminar en la cual se resolvió elevar la causa a juicio oral y público.

Los tres se escaparon del país en agosto de 2003, días antes del inicio del juicio oral y público.

El Gobierno brasileño, presidido por Luiz Fernando “Lula” Da Silva, les otorgó refugio político en 2004, bajo el argumento de que eran perseguidos políticos. Los esfuerzos por extraditarlos al país y rendir cuentas ante la Justicia hasta ahora han sido infructuosos.

Asesinado tras cumplir pena 

En el primer juzgamiento, realizado en 2003, la Justicia condenó por el secuestro a José Tomás Rosa a 8 años y seis meses de cárcel; a De los Santos Saldívar, a 7 años; y a Nidia Grisel Espínola de Rosa, a 5 años. Todos ellos salieron de la cárcel tras purgar su pena.

Sin embargo, José Tomás Rosa, quien obtuvo su libertad condicional en setiembre de 2009, fue encontrado muerto y con varios impactos de bala en la carrocería de una camioneta abandonada, en el barrio San Miguel de Ciudad del Este, el 30 de enero de 2011.

Se sospecha que la ejecución estuvo vinculada a una “quema de archivo” por el caso.

Las mayores condenas 

En el segundo proceso, Alcides Oviedo Brítez, Carmen Villalba y Aldo Damián Meza Martínez fueron sentenciados en mayo de 2005 por secuestro, privación ilegítima de la libertad y asociación criminal a 15 años de cárcel más otros tres como medida de seguridad, en carácter de autores materiales.

Osmar Feliciano Martínez, condenado por el caso Cecilia, también estuvo implicado en el caso María Edith. Murió el 7 de diciembre de 2015.

Los otros involucrados 

Respecto a Gilberto Chamil Setrini Cardozo, se habla de que ya habría muerto, aunque nunca más se supo nada de él desde que dejó de operar con el grupo. Se sospecha que falleció en el monte tras ser gravemente herido en un enfrentamiento con la Policía el 7 de noviembre de 2005

Severiano Martínez, quien después también integraría el comando que secuestró a Cecilia Cubas Gusinky, en el año 2004, fue abatido por la Policía en 2010, en un enfrentamiento en el Chaco. 

cazenave@abc.com.py

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