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El 15 de octubre del 2009, en un asalto tipo comando, miembros del Ejército del Pueblo Paraguayo irrumpieron en la estancia “Mabel” de la compañía Hugua Ñandu y secuestraron al propietario, Fidel Zavala Serrati. El ganadero fue liberado luego de 94 días de cautiverio, tras un pago de US$ 550.000.
En el tiempo en que estuvo privado de su libertad, Zavala pudo percatarse de que el grupo criminal tiene una estructura similar a la militar, en la cual el que ostentaba mayor rango era Osvaldo Villalba.
A Villalba lo seguía Cristaldo Mieres y en un mismo rango estaban Magna Meza, Gabriel Zárate y Nimio Cardozo. Como una especie de soldados estaban “Matungo”, Bernardo Bernal Maíz, Alejandro Ramos, “Petiso” (Isaac Burgos) y otros.
El ganadero, que era custodiado por “Matungo” y Zárate, comentó que permaneció amarrado en todo momento, en una zona cercada de explosivos.
“Siempre estaba acompañado de dos guardias y el resto hacía recorrida por los alrededores (...)”. En algún momento, Osvaldo Villalba le dijo que no se preocupe porque el operativo sobre el triángulo estaba lejos y que si eventualmente alguien llegara a venir, ellos tenían distribuidos bombas cazabobos, recordó.
Zavala comentó que los traslados de campamento a campamento se realizaban siempre a la noche, a pie, con una piola a la cintura y sujetado casi siempre por Gabriel Zárate. Los desplazamientos de los campamentos 1 al 10 se hacían a cara descubierta del campamento 1 al 10, pero del 10 al 13, el ganadero era llevado con los ojos vendados y a caballo.
“Ellos se trasladaban por sendas no convencionales, siempre tratando de no pisar por el eje de las sendas, siempre a los costados, para no dejar huellas. En reiteradas ocasiones me recalcaron que tuviera cuidado con eso”, reveló.