Armonía vanguardista

Vivaz, creativa y sumamente activa son apenas algunos de los calificativos para describir a la multifacética Sol Acuña, quien hace 20 años no solo selló su ADN a la marca Rapsodia, sino que, además, encaminó a la moda latinoamericana hacia la armonía de los colores, bordados y ornamentos. Dedicada al modelaje en su juventud, la moda siempre rondó su vida, por lo que junto con Josefina Helguera decidieron cambiar tendencias en un momento en el que la moda se inclinaba hacia otro lado. 

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Amigas desde siempre, el desafío se inició en un pequeño local lejos de cualquier shopping, en pleno barrio gastronómico, y con la ayuda de Francisco De Narváez hicieron de su proyecto una superempresa. 

Cada una con su estilo, la clave de la armonía fue fusionar sus talentos, logrando –con los años– complementar el look bohemio con el rock, el romance y el color. Hoy, Rapsodia no solo ha ganado terreno en Argentina, sino que ha expandido sus fronteras a Chile, México, Uruguay y Paraguay, logrando asentarse en nuestro país hace poco más de un año como una de las marcas sobresalientes del mercado. 

Durante su visita al Paraguay para la presentación de una nueva colección, Sol nos relató parte de su vida, así como los desafíos y próximos proyectos de Rapsodia.

¿Cómo se inicia tu transitar en la moda?

Trabajaba de modelo, hasta que se me dio por diseñar ropa de forma autodidacta, pues no tengo ningún estudio relacionado. Durante muchos años me dediqué al modelaje, pero también hice un poco de paisajismo, y fui figura de radio y televisión. Recuerdo que me metí a trabajar con una marca de ropa en Argentina, en la que aprendí muchísimo no solo sobre lo que es armar un conjunto, sino también sobre la clientela y atención al público. Con Josefina nos conocíamos de antes e, increíblemente, las dos coincidimos con el trabajo en esta tienda. Ella, sin embargo, se quedó allí y yo me incliné hacia el modelaje. Con el tiempo abrí una tienda de ropa usada en Palermo; adquiría las prendas viajando al exterior y las customizaba con mi hermana, hasta que un día le planteo a Jose hacer nuestra propia marca. No teníamos el capital necesario, así que lo fuimos a ver a Francisco De Narváez, con quien armamos un business plan y se convirtió en nuestro socio desde el primer momento. Así nació una marca con toda nuestra impronta y personalidad. Siempre fui buscando mi camino, ya que además hice radio y televisión, y en algún momento también trabajé en paisajismo. Finalmente encontré lo que buscaba en la moda y esa inclinación creo que la heredé de mi madre; ella siempre se vistió genial.

¿Y Rapsodia cómo nace?

Cuando nos juntamos con Jose ya contaba con una marca de ropa customizada, pero quería algo más profesional y, luego de un par de meses de trabajar en el business plan, nace Rapsodia. Francisco depositó su confianza en nosotras y estaba seguro de que haríamos algo increíble. Era finales de los años 90, y en Argentina se usaba todo muy gris, negro y blanco, por lo que decidimos hacer algo totalmente opuesto y diferente: bordados llenos de colores, estampados de look bohemio y romántico, mezclado con rock y algo étnico. Decidimos ir con Jose a la India, donde nos topamos con un abanico de elementos nuevos e infinitas posibilidades en estampados y bordados. Estando allá empezamos a diseñar, mientras paralelamente organizábamos nuestro local en Argentina. Como Josefina ya venía trabajando en moda, nos fue fácil armar nuestra base de datos y en agosto de 1999 abrimos las puertas de Rapsodia, que, en lugar de estar en un shopping, se encontraba ubicado en un barrio gastronómico, razón por la cual abríamos desde las 10:00 hasta las 3:00.

¿Cuál fue la reacción del mercado en aquel entonces?

Desde ese primer momento tuvimos muy buena aceptación, porque la marca realmente mostraba algo diferente. Así, lo que pensábamos vender en tres meses se acabó en 30 días. Tuvimos que salir corriendo a armar otra colección; no queríamos que nadie se vista igual.

Rapsodia se caracteriza por ser vanguardista. ¿Cuál es el mayor desafío en ese sentido?

Más que nada, seguir gustándole a la gente. Venimos manteniendo la marca vigente hace 20 años, fiel a nuestro ADN, a lo que nos gusta, por lo que más allá de las tendencias, los colores o cortes que están a la moda, en Rapsodia hacemos los que nos gusta. Es como una fusión de mi locura con la sobriedad de Josefina; ambas respiramos y sentimos todos los detalles importantes a la hora de diseñar.

Te caracterizás por ser una mujer multifacética. ¿Ayudó a la marca esos roles que fuiste probando en estos años?

Claro. Todas esas cosas que fui probando a la largo de los años, toda esa energía, representan lo que es mi personalidad y todo lo que volqué en Rapsodia.

¿Cómo hace la marca para adaptarse a las necesidades de cada país en el que se encuentra presente?

Rapsodia está presente en Argentina, Paraguay, Uruguay, Chile y México, por lo que hasta este momento es una marca bien latinoamericana. Cada país tiene su clima, cultura y costumbres, y en todos los lugares en los que fuimos desembarcando, tras algunas pruebas y errores, fuimos tomando muy en cuenta todos los detalles que marcan diferencia en un país, adaptándonos. Contamos con un grupo de personas muy profesionales y la marca va creciendo, por lo que celebramos la incorporación de gente joven. Siempre hay conceptos que debemos entender, como para quién y para dónde diseñamos. El mercado paraguayo siempre me sorprende. No lo conozco tan bien como debería, pero tenemos un gran grupo de personas fundamentales, pendientes de todo. Hay mucho feedback a la hora de diseñar y presentar un nuevo producto.

¿Cómo llevan adelante el compromiso de reinventar la marca para cada temporada?

Seguir hablando con el cliente el mismo idioma, así como reinventarse es fundamental. Es así que, con lo que a nosotras nos gusta y con la información que vamos recibiendo, tratamos de modernizar la marca cada año, incorporando telas nuevas, tipografías más novedosas, ya que por más que no sigamos a rajatabla las tendencias, vendemos moda.

¿Cuál es el enfoque de esta nueva colección?

Se trata de una bastante ecléctica, mucho de bohemia, rock y, por supuesto, romanticismo. Hemos acordado ordenar un poco más esta colección, modernizar a la mujer Rapsodia.

Al realizar una comparación con los otros países en los que están presente, ¿cómo ven el mercado paraguayo?

Llevamos poco más de un año en el Paraguay y es nuestro mercado más nuevo, pero no se nota. Siento que deberíamos haber llegado mucho antes. La paraguaya es una cliente osada, coqueta, a quien le gusta andar por el mundo y sabe lo que le gusta, y de alguna manera ya la conocíamos, pues la veíamos comprando en Buenos Aires. Cuando desembarcamos aquí lo hicimos tan bien que nos resultó, incluso, más fácil que en otros países. Todavía no entiendo por qué tardamos tanto en venir al Paraguay.

¿Cuál es el siguiente paso de la marca?

Por sobre todo, seguir consolidándonos. En Argentina estamos creciendo un montón con todo lo que tiene que ver con home collection y niñas. Estamos llegando justamente con la colección niñas a Chile, que fue nuestro primer mercado internacional, pero nos gustaría avanzar con ambas líneas y desembarcar en los diferentes países en los que ya estamos establecidos.

Como cual poema épico, Sol y Josefina lograron no solo la composición y fusión de la marca, sino también dar valor a la evolución armónica y exclusividad de la moda.

Sol Acuña

Dedicada al modelaje durante gran parte de su vida, formó alianzas para abrir Rapsodia hace 20 años. Aunque está en el Paraguay hace poco tiempo, la marca hoy se encuentra presente en varios países de Latinoamérica y se destaca por su audaz estilo.

Apuntar a la calidad

De la inventiva de Sol Acuña, Josefina Helguera y Francisco De Narváez, Rapsodia nació en Buenos Aires, en agosto de 1999. Su primer desembarque internacional se concretó en el 2006, logrando abrir sus locales en México, Chile y Venezuela. Siempre con la meta puesta en mantener un estándar global de calidad, para ingresar a los mercados más exigentes, Rapsodia cuenta hoy con más de 50 locales propios en Latinoamérica, siendo el Paraguay el más reciente.

nadia.cano@abc.com.py

Fotos: Roberto Zarza, gentileza

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