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El número y la forma de electrones girando alrededor de los átomos, así como sus órbitas, dan a cada sustancia una serie particular de frecuencias vibratorias. Todo está en movimiento y vibración constantes, pulsando a una velocidad increíble.
“En todos los tejidos, órganos y sistemas del cuerpo se producen vibraciones atómicas. Si algo irritante ingresa al organismo, ya sea un alimento en mal estado, por ejemplo, se altera el patrón de vibración normal o habitual del sistema digestivo. Es entonces cuando el organismo necesita algo que le ayude a restablecer el patrón de vibración original, como la gemoterapia”, explica la maestra parvularia y comunicadora social Natalia González, directora del espacio Creer para crear.
“La gemoterapia o sanación con cristales es un tratamiento alternativo, basado en el poder vibracional y curativo de estos minerales formados durante miles de años. Existen cientos de cristales y piedras utilizadas. El cuarzo transparente es, quizás, el más conocido por su vibración única y la capacidad energética que contiene”, agrega la especialista.
“Con base en los principios de la vibración, la respuesta es muy clara: todo lo que necesitamos es emitir la emoción opuesta a la negativa. Al combinar dos ondas opuestas, la emoción negativa desaparece”, indica Natalia González.
“Las gemas y cristales tienen una asombrosa capacidad de absorber, almacenar, reflejar e irradiar luz en forma de campos inteligentes de energía estable, incrementando el flujo de fuerza vital en los cuerpos físicos y sus centros de energía”, expone la profesional.
El principio en el que se basa la utilización de los cristales para armonizar la energía es la resonancia.
“Los cuarzos son piroeléctricos (electricidad generada por variaciones de temperatura) y piezoeléctricos (electricidad aplicada producida por presión); sirven para aislar una vibración determinada, pudiendo ser utilizada sin interferencia de las demás, también como amplificador y equilibrador de campos energéticos”, señala González.
“Para trabajar con las piedras de cuarzo, primero se realiza un diagnóstico energético a través de diversos métodos: la utilización de la radiestesia a través de un péndulo que lee las frecuencias vibratorias de cada centro energético o métodos de resonancia (con cuencos tibetanos), o imantación (con imanes), así como también ya se cuenta hoy con aparatos electrónicos que miden la vibración de cada órgano del cuerpo”, argumenta.
“Luego del diagnóstico se procede a un momento de relajación y concentración por parte del paciente. Seguidamente, voy ubicando las gemas de acuerdo a la necesidad de la persona en tratamiento, encima de su cuerpo a la altura de cada centro nervioso”, subraya la investigadora.
El tratamiento puede complementarse con aceites esenciales y musicoterapia.
Para cerrar la sesión, se realiza un chequeo, a fin de confirmar que cada centro energético está centrado y con energía focalizada.
En el espacio Creer para crear/fb, el servicio tiene un valor de G. 100.000. Cada sesión dura alrededor de 45 min a una hora.
Luego de hablar con mucha gente sobre sus problemas de salud llegué a la conclusión de que, en buena medida, sus padecimientos son resultado de emociones negativas. Si podés borrar sus causas, esto significa que tenés una capacidad innata para recuperarte.
“El pensamiento positivo fortalece, entre otras cosas, el sistema inmune y ayuda a iniciar el proceso de recuperación; hecho que la comunidad médica debe considerar”, finaliza la profesional.
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