Pétalos sanadores

No solo su belleza y el característico aroma conquistador distinguen a las rosas; además, son fuente de múltiples beneficios para todos los gustos y necesidades, ya que con sus pétalos se elabora el agua de rosas, un refrescante y astringente facial que aporta a la piel frescura, fragancia y juventud. Todo un regalo de la naturaleza.

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La utilización de los pétalos de rosa en la producción de una loción conocida como agua de rosas data de la antigüedad y encuentra su origen en la civilización persa, cuyos estudiosos fueron los pioneros en desarrollarla con las rosas de Damasco, cultivadas, principalmente, en Irán y Bulgaria. Gracias a la exitosa acogida que recibió, su empleo se expandió hacia numerosos países, posicionándose como un referente dentro del campo de la cosmética natural.

Obtenida a través de un proceso de destilación en el que intervienen los pétalos y el agua destilada, se incorpora en la gastronomía iraní, especialmente en preparados dulces y tés, desplegando sus propiedades antibacterianas, antisépticas y curativas.

Al tiempo de enriquecer al organismo con nutrientes poderosos, libera la tensión mental, obstaculiza los padecimientos cardíacos y disminuye los riesgos de sufrir infecciones en la vejiga. Igualmente, funciona como tónico limpiador y es considerado uno de los mejores antisépticos, aliado en el combate contra el acné. Su alto contenido en vitamina C devuelve luminosidad y firmeza al rostro, evita el envejecimiento celular, previene las arrugas y modera la desagradable apariencia de las manchas y estrías corporales.

Entre sus variadas cualidades, las que se complementan entre sí, se destacan su contribución al equilibrio del pH natural de la piel, la reducción de hinchazón, su capacidad de ayudar a deshacerse de las indeseables espinillas y estabilizar la producción de sebo facial, permitiendo lucir un cutis menos brillante. Por todo esto, está aprobada para la composición de cremas y mascarillas, y se aconseja incluirla en la rutina de la belleza.

En esta sustancia multifuncional de numerosas peculiaridades descubrimos a un excelente removedor de maquillaje, incluso de aquellos a prueba de agua destinados a la zona de los ojos; ejerce una acción atenuante en la mirada cansina y resulta un gran hidratante capilar, si es agregado como ingrediente extra al último enjuague del cabello.

Usos medicinales

Pero el agua de rosas no solo sirve con fines estéticos. Es utilizada en gárgaras, alivia los dolores propios de los cuadros que comprometen a la garganta y, aplicada suavemente con un trozo de algodón humedecido en esta sustancia, atenúa la inflamación de la zona glandular. Está indicada, además, en los tratamientos para calmar la piel irritada y en las infecciones oculares.

Símbolo de amor y pureza, las rosas son materia prima para la producción de aceites, esencias y fragancias, representando, indudablemente, uno de los mejores obsequios de la naturaleza.

Cómo hacer agua de rosas

Colocamos 500 g de pétalos, previamente aseados con agua, en una pequeña cacerola, los cubrimos por completo con ½ l de agua destilada, dejamos que la mezcla repose durante 5 min y, posteriormente, la llevamos a fuego lento. Una vez roto el hervor, disminuimos la intensidad del fuego, sin dejar que se escape el vapor –que concentra las propiedades fundamentales de los aceites esenciales de las rosas–, y aguardamos 10 min. Finalmente, colamos el líquido en un recipiente de vidrio esterilizado y listo.

Texto Delia Battilana || dbattilana@abc.com.py

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