Prerrogativas de accesibilidad

La sinergia en los métodos inclusivos para personas con diversos tipos de discapacidad representa una herramienta que traspasa fronteras culturales. Desde la Fundación Once para América Latina (FOAL), organismo español que dirige actualmente María De Jesús Varela, esta prerrogativa cobra fuerza y alcance tangibles.

https://arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/6UO3K7MCDJFGZOZZTUO53YCFUE.jpg

Cargando...

En su primera visita al país, la profesional contempló el encauce que logran los programas impulsados desde la fundación, promoviendo acceso a la educación, inserción laboral, y capacitación constante para hombres y mujeres con discapacidad visual, derrumbando –incluso– barreras tecnológicas y fijándose en la importancia del respaldo estatal para el desarrollo de estas iniciativas.

¿Cuáles son los principales objetivos de la FOAL con estas visitas que realizan en la región?

Venimos para hacer seguimiento a los programas que la FOAL desarrolla con instituciones públicas en el Paraguay. En este caso, abordamos el área de la inclusión educativa de niños y niñas con discapacidad visual, a través del apoyo que brindamos al Ministerio de Educación, en el mantenimiento de una imprenta y la atención directa a los estudiantes con ceguera.

Por supuesto, también nos fijamos en el programa de inclusión laboral que se ejecuta en el Paraguay hace años, como en casi toda la región. Hablamos de 14 países en los que existe este programa. También nos convoca reforzar esas alianzas que permiten mantener el desarrollo con las administraciones públicas de cada país, ya sea con el Ministerio de Trabajo o Educación y, en este caso, también con el SNPP (Servicio Nacional de Promoción Profesional), ya que desde ahí funciona el proyecto Ágora, atendiendo estos ejes. Reunirnos con nuestro público objetivo es una de las mayores ventajas y parte fundamental de la visita.

¿Cuál es la brecha diferencial inmediata que percibís –ya sea en ámbitos de acceso físico o inclusión en general–, contrastándola con tu experiencia?

Existen diferencias, pero eso no significa que la experiencia europea funcione a la perfección; estamos muy lejos de eso. Depende mucho de los lugares.

Por lo general, en la mayoría de los países de Europa hay normas de urbanismo que tienen en cuenta a la gente con discapacidad y, cuando hablamos de ello, los arquitectos piensan en personas con discapacidad motora o física, aunque debemos ampliar el segmento a un público como los padres que llevan a sus hijos en carritos para bebé, personas lesionadas temporalmente o con muletas, etcétera.

Las mejoras a las estructuras existentes también están planteadas; por ejemplo, se puede resolver cómo encontrar el paso de peatones o semáforos poniendo baldosas podotáctiles en las veredas, desde el borde de la calzada hasta las paredes de los edificios. Se pueden construir las aceras con el rebaje adecuado, para que todos en general no tengamos que subir ni bajar escalones entre la calle y estas. En fin, un sinnúmero de adecuaciones que afectarían positivamente a personas con discapacidad, o no.

Teniendo en cuenta que las legislaciones en sí contemplan esos escenarios, ¿cuál es la función de la FOAL al vincular esfuerzos con los Estados de la región, y sus resultados a corto, mediano y largo plazo?

La receptividad no es la misma en todos los sitios. En algunos países es más difícil incidir e introducir un programa, tal y como funciona Ágora aquí en el Paraguay. El Estado paraguayo, mediante sus instituciones, está implicado desde el principio en la instalación del programa, en su mantenimiento y crecimiento.

Los Estados son los que deben garantizar a la población con discapacidad el derecho a la formación, empleo, educación y llevar una vida digna, igual a como lo debe hacer con el resto de los ciudadanos. Eso no siempre se cumple, ya que –a veces– los Gobiernos, sea por desconocimiento o no saber cómo abordarlo, no lo priorizan. 

Cuando hay una sociedad fuerte con discapacidad, las organizaciones que representan al sector son las que le dicen al Estado cómo y qué debe hacer en su favor.

Si dichos estamentos no existen, estamos nosotros, ya que desde la Fundación Once para América Latina, con todo el camino recorrido en España y otros países, podemos dar pautas o echar una mano para que eso se concrete. No venimos a exigir a los países que hagan algo; la iniciativa debe surgir de cada experiencia estatal. Ellos deben querer hacerlo y nuestro criterio al colaborar llega después.

En el plano de las tiflotecnologías (tecnologías de acceso a la información para personas con discapacidad visual), ¿cuál es la vanguardia en cuanto a novedades que llega a ustedes a través de la fundación y cuán real es el acceso a ellas teniendo en cuenta su cotización en el mercado?

Creo que la inteligencia artificial nos dará mucha alegría y, en realidad, ya nos la está dando (risas). El hecho de que en nuestros celulares tengamos aplicaciones –incluso gratuitas- que solo al enfocarlos sobre un papel nos diga qué está escrito en él, al buscar el frasco del acondicionador o champú en el hotel, por dar ejemplos simples, resulta fantástico. Lo más de lo más es una aplicación de Microsoft (Seeing AI) aún no disponible en América Latina, pero sí en EE. UU. y Europa. Existen también unas gafas de fabricación israelí (OrCam MyEye) que hacen prácticamente lo mismo que la aplicación de Microsoft. Su costo es muy elevado.

La aplicación es gratuita y, con el contenido de los escáneres, toda la información se puede enviar por correo, mensajería celular, exportarlo; te puede decir si una persona es morena, rubia o castaña; incluso, puede leer textos manuscritos.

¿Existen tratados como el de Marrakech, con su incidencia en el acceso a la información escrita, planteados también para el acceso a estas tecnologías?

El tratado de Marrakech estipula la libre circulación de obras de arte literarias o material bibliográfico a personas con discapacidad visual o cualquier otra condición –como la dislexia o la alergia a la tinta– que impida su uso convencional. Gracias a ese tratado se pueden compartir obras de forma organizada entre los países adheridos (el Paraguay es uno de ellos). Hasta hace poco estaba vetado; incluso, se consideraba un delito, teniendo en cuenta las distintas legislaciones, aunque beneficiaría muchísimo para el acceso a la información escrita.

Por el momento, en Europa, el conflicto está por resolverse y, una vez que América Latina también lo haga, podremos compartir información y obras sin tener que reproducirlas nuevamente al braille u otros formatos.

¿Se podría implementar un formato similar a Marrakech con las tiflotecnologías –y no me refiero a un mero asistencialismo– que las haga, justamente, más accesibles?

Hablamos ahí de la parte comercial de las tiflotecnologías, extendidas ya en todo el mundo. Ellas vienen principalmente de los EE. UU., algunos países de Europa y China. Las personas que las necesitamos nos encontramos en todo el mundo y somos muy pocas.

En la práctica, eso significa que las economías de escala no existen; la producción de cualquier producto para personas ciegas, como un bastón, ojo parlante, lectores de etiquetas, escáneres que convierten distintos formatos o hasta una máquina para escribir en braille, resulta carísima. ¿Por qué?

Simplemente porque no hay economías de escala y los materiales para fabricarlos son costosos, más la mano de obra, etcétera. Toda persona no vidente necesita formarse; para ello, necesita estos elementos y, si bien algunos son mejores que otros, la diferencia se reduce a eso.

¿Se plantean subvenciones estatales para el acceso a estas herramientas?

Sí, hay algunos países en los que existe ayuda, pero –a veces– los trámites para solicitarlas son larguísimos y desde el pedido hasta la concesión pasa un año o dos. A veces, los Estados gastan más en estos trámites solo porque no saben administrarlos.

En España, la Once adapta todos los puestos de trabajo y estudio con expertos en la institución que conocen los materiales, comprando mejor, con mayor calidad y precios accesibles, pero aún siendo bastante altos.

Por otra parte, desde el momento en el que las tecnologías convencionales empezaron a ser más accesibles, empezamos también a necesitar menos de las tecnologías específicas para ciegos. Estamos pensando en organizar una capacitación para difundir esta información y acceder así a tecnología más barata.

Al transpolar experiencias divergentes sobre un mismo tema, María De Jesús y el equipo que lidera logran exponer que, si bien hay realidades con mayor o menor conocimiento del abordaje a la discapacidad, el esfuerzo parte de una misma prerrogativa que implica la inclusión social y los avances en varias disciplinas.

El camino continúa construyéndose y, pese a los obstáculos físicos y culturales que se apagan, el potencial de todos queda expuesto en los resultados de un proceso noble y con la mirada centrada en la valoración de los individuos.

María de Jesús Varela

Tras una breve visita al país, esta gestora de inclusión social observó el avance de los programas promovidos desde la fundación que dirige y, al tiempo de analizar la situación de las personas con discapacidad visual en la región, ahondamos en situaciones trascendentes de esa coyuntura.

Visualizando historias

En el marco del 80.º aniversario de la Once y el 20.º de la FOAL, un interesante concurso convoca a todos los beneficiarios de los programas que la organización promueve. “Estamos organizando un concurso para personas con discapacidad visual –en toda Latinoamérica– que consideren hayan sido beneficiadas por la FOAL, directa o indirectamente, ya sea en el nivel educativo, laboral, tecnológico, etcétera”, comenta María de Jesús.

“Pueden ser niños, jóvenes y adultos en sus categorías correspondientes. Queremos que nos envíen videos o audios y nos cuenten sus experiencias”, agrega la profesional.

“Más allá del concurso, tendremos un patronato extraordinario de la FOAL, en el que participarán todos los embajadores latinoamericanos, en España, con la presencia de autoridades relevantes de la Unión Europea. En este enclave aprovecharemos para visualizar temas de importancia de las personas con discapacidad visual, enfocándonos en el hecho de que no todos tenemos las mismas posibilidades, procurando beneficiar a quienes más lo necesiten”, finaliza la directora.

Más detalles del concurso, en la página de la fundación: www.foal.es

carlos.canete@abc.com.py

Fotos: Silvio Rojas

Enlance copiado
Content ...
Cargando ...