Tesis que cambian vidas

Ellas pudieron haber presentado una de esas tesis para obtener su título de diseñadoras industriales y ya. Pudieron haber intervenido un espacio público o enfocarse hacia una rama menos compleja. Pero en lugar de eso eligieron crear elementos para transformar las vidas de personas con capacidades diferentes.

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“Nunca antes me había puesto a pensar en todo lo que conlleva algo tan básico como el baño para una persona que vive en silla de ruedas”, dice Thalia Ayala (26). Durante una pasantía que realizó en Teletón, ya en los últimos años de la carrera de Diseño Industrial en la Universidad Nacional de Asunción (UNA), tuvo la oportunidad de adentrarse en la realidad que viven cientos de personas en nuestro país y decidió aportar su granito de arena para mejorar el mundo.

Thalia hizo un rediseño de la silla para baño diario adaptada para niños y adolescentes con parálisis cerebral y distrofia muscular. El prototipo con el cual contaban antes era rígido e implicaba demasiado esfuerzo de los cuidadores. “Necesariamente tenían que cargar al chico hasta su silla de ruedas, de allí cargarlo nuevamente hasta la ducha, colocarlo en la silla de baño y, luego de todo esto, invertir todo el proceso hasta llegar a la cama. Ahora pueden hacer todo eso en la misma silla, que cabe en las puertas convencionales y, además, tiene doble posición para el momento de la ducha, ruedas y un sistema de seguridad con bandas impermeables. Esto indica que no solo hacen que este momento sea íntimo y digno para el chico, sino también seguro para tranquilidad de quien se encarga de su cuidado”, explica.

El prototipo, que ya es implementado por la fundación Teletón, es de caños y cables de plástico, completamente impermeables, resistentes y a un precio asequible. Por el momento, la fundación las entrega de manera gratuita, pero el costo aproximado es de G. 600.000 (unos 105 USD).

Para Thalia, una de las mayores ventajas es que se puede seguir mejorando de acuerdo a las necesidades de los usuarios. Comentó también que su tarea fue muy ponderada por Teletón, que antes solo trabajaba con arquitectos. “En el caso de los diseñadores industriales, la preparación, al ser completamente diferente, nos da la posibilidad de cooperar en las necesidades específicas, así que ahora en la fundación ya se plantean la contratación de un profesional de mi área”.

Valor mundial

Mariela Benítez (26) trabaja desde hace un tiempo en la organización Po Paraguay, que fabrica prótesis de alta calidad en 3D y a un bajo costo. Observando a los beneficiarios de estas prótesis pudo notar que, a pesar de que se está avanzando constantemente en la funcionalidad de los diseños, los beneficiarios no podían hacer ciertos movimientos.

Su trabajo final de grado fue entonces una prótesis impresa en 3D que asiste a personas con desarticulación de muñeca en sus actividades diarias. Las prótesis anteriores eran rígidas, por lo que para hacer ciertos movimientos, como comer, escribir o agarrar ciertos objetos, debían hacer un sobreesfuerzo con los hombros; en cambio, con el prototipo de Mariela, esta rotación viene desde la parte superior del brazo.

La comunidad de diseño de prótesis en 3D a nivel mundial es muy grande y trabaja de manera colaborativa; es decir, el diseño de Mariela contará con su firma, pero estará libre para su utilización en todos los continentes. Desde su presentación fue muy valorado, ya que no existía algo así y se considera un gran avance para la rama.

Desde los primeros años de la carrera, Mariela supo que se enfocaría a la ergonomía, que es la rama que estudia a la persona, su tarea y el medioambiente. Siente pasión por desarrollar estos objetos y más aún cuando se trata de una herramienta para mejorar las condiciones de vida de las personas.

Tata, un resguardo

Tata es alguien muy especial en la vida de Tamara Masi (24): es la persona que le crio y, desde que tiene uso de razón, el trato no fue laboral, sino más bien como alguien más de la familia. Con ella hablaba Tamara sobre su tesis, una mañana gris; durante la conversación, Tata le dijo: “Me duele la mano porque va a llover”, una frase que en principio le pareció ilógica. Sabía que la mujer padecía de artritis reumatoide, pero no sabía qué implicaba eso específicamente.

La conversación la dejó tan intrigada que investigó al respecto. Se enteró de que es un mal que afecta al 1 % de la población paraguaya y tiene tres fases, y la tercera implica la pérdida total de la movilidad, especialmente de la mano. Sintió pavor de que le pasara eso a su querida Tata, así que se propuso ayudarla. Solo quedaban días para la definición de su tema de trabajo final de grado, pero puso todo su empeño y, cuando presentó su idea de órtesis en 3D para mujeres con artritis reumatoide, los docentes no dudaron.

A partir de allí empezó una larga historia de idas y venidas, investigaciones, entrevistas con profesionales médicos que, por su juventud y por venir de una carrera tan diferente, muchas veces la ignoraron o simplemente no creyeron que lo lograría ni la tomaban en serio. “Cada vez que me decían que no o me rechazaban, en realidad, me estaban ayudando, porque me empeñaba más en hacerlo. Tuve que traer varias de las piezas desde los Estados Unidos, que allá son baratas, pero acá no se consiguen, así que fue muy difícil”.

La órtesis consiste en un elemento que se inserta a la mano por las mañanas, cuando la rigidez es más severa, haciendo que, en primer lugar, gane temperatura y, luego, lentamente actúe como una fisioterapia personalizada. Con esto se podría evitar el avance de la enfermedad, se podrá hacer desde la propia casa y, por los materiales, podrá tener un precio asequible.

“El objetivo es que pueda estar al alcance de las personas que lo necesitan para poder seguir trabajando o realizando sus tareas cotidianas con normalidad”, dice.

Thalia, Mariela y Tamara fueron compañeras, empezaron la carrera sin saber que sería una herramienta para cambiar la vida de varias personas, sin fijarse de pronto en las necesidades de los otros, pero en el final de sus carreras se reafirmaron como diseñadoras, con la certeza de que puede ser su arma para construir un mundo más inclusivo e igualitario, con oportunidades para todos. No faltaron las críticas en el corto camino que anduvieron hasta ahora, pero las enfrentaron con valentía y determinación, demostrando que la juventud no impide hacer grandes cosas.

mbareiro@abc.com.py

Fotos: Silvio Rojas

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