“Comenzar en una escuela kañy y llegar a Olimpia es lo máximo”

“El fútbol es la base de mi vida”, expresa Matías Acosta López (18), volante central de la sub-18 del club Olimpia. Se inició en una escuela de barrio y comenta que está contento por ser parte del plantel de su club actual. “Mediante mi sacrificio conseguí este puesto y no pienso parar hasta llegar a ser uno de los mejores en el plano nacional e internacional”, declara el deportista.

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Matías relata que, debido a la falta de gente, se cerró la escuela de fútbol donde iba cuando era pequeño, pero eso no fue razón para que él renunciara a sus sueños. Empezó a los 10 años en el Olimpia de Posta Ybycuá, Capiatá, y a los 13 se trasladó a las inferiores de Independiente de Campo Grande. Luego se le dio la oportunidad de entrenar en la sub-15 del Olimpia. “Fue un reto para mí, pero estaba confiado y me puse muy feliz cuando me enteré de que entré”, cuenta.

Asegura que el camino no fue fácil, porque, debido a los entrenamientos, tuvo que dejar muchas cosas de lado. “Cuando tengo que elegir con quién cumplir, solo recuerdo qué es lo más importante para mí y, obviamente, me quedo con el fútbol, no hay de otra”, opina.

Comenta que estar en la Primera División de un club nacional importante es su sueño y que luego le encantaría firmar contrato con algún equipo de España. “Si surge una oportunidad para jugar en el exterior, no dudaría en ir y dejar a mi familia, pero cuando me acomode, lo primero que haría sería pedir por mis dos grandes amores: mi mamá y mi hermana; no podría vivir sin ellas”, expresa.

Terminó el colegio el año pasado y tiene como proyecto estudiar fisioterapia para tener una carrera universitaria. “Quiero llevar las dos profesiones de la mano, jugar en un club, aprovechar hasta el máximo y llegar a tener un consultorio propio; tomé esta decisión pensando en el momento en que deba dejar el fútbol. Siempre hay que tener un plan b”, señala.

Manifiesta que nada es imposible en la vida, que no importa de dónde vengas, sino adónde vas, pero es cuestión de ponerle garra, ya que no es fácil. Piensa que para llevar el deporte nacional a un nivel superior, se necesita que los atletas exploten su talento cada día más. “Me esfuerzo para ser uno de los mejores en el ámbito. Creo que no necesitamos importar jugadores, ya que tenemos mucha calidad futbolística y podemos llevar en alto al Paraguay”, finaliza.

Por Rocío Ríos (17 años)

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