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¿Desde qué año y en dónde practicás danza?
Soy bailarina de la academia Yerutí desde que tengo cuatro años. Actualmente, estoy en el 12.° curso; en diciembre me recibo de profesora superior de danza clásica, paraguaya y española.
¿Qué implica ser bailarina?
Conlleva muchísimo sacrificio, responsabilidad, tiempo y perseverancia. Cuando decidís ser danzarina, tenés que saber que vas a dejar cosas por el arte.
¿Cuáles fueron las competencias internacionales en las que participaste?
Viajé a Brasil y Argentina; de estos países traje muchos premios del primer lugar de forma individual y grupal, especialmente con la danza paraguaya.
¿Cómo reaccionan los extranjeros cuando les presentás una danza paraguaya?
Valoran mucho nuestro baile, en especial el de la galopera y ni que decir el de la botella. A los extranjeros les llama mucho la atención los coloridos de nuestros trajes típicos y la sonrisa juky de las paraguayas en el escenario. Demuestran mucha empatía y, al final de cada presentación, siempre aplauden de pie.
¿Qué pensás de la poca valoración que se le da al arte en el Paraguay?
Es triste ir a danzar a algún lugar y que, aparte de ser gratis, los paraguayos no presten tanta atención ni aplaudan como deberían. El arte debe ser valorado porque muchas personas invierten plata y tiempo en él.
Por Javier Morales (18 años)