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Poco a poco se está acabando el año, y para los estudiantes del último curso del colegio se presentan muchos cuestionamientos y situaciones que superar antes de definir la manera con la que van a encarar sus metas, sin dejar que el entorno interfiera en ello. ¿Qué carrera me gusta?, ¿a qué universidad voy a ir?, ¿cómo voy a solventar mis gastos? son solo algunas de las tantas interrogantes que te persiguen mientras pensás en tu futuro.
A estas dudas le sumás la presión de tus padres, amigos y conocidos que te encasillan en tal o cual carrera u oficio, haciendo que tu confusión crezca cada vez más y te sientas imposibilitado para decidir por tu cuenta. Asimismo, en el colegio te cargan de tareas y pruebas, sumadas al tan temido “proyecto final”, que tiene que salir de la mejor manera posible si querés recibir tu título de egresado del bachillerato a fin de año.
Por otro lado, la fiesta de colación que están organizando vos y tu grupo de compañeros te tiene en la máxima ensoñación, y ni qué decir del viaje de egresados que para cualquier joven es el sinónimo de diversión sin límites. Sin embargo, te das cuenta de que todo esto implica un esfuerzo económico extra para tus padres y tratás de bajarle los humos a tu entusiasmo.
Llegó el momento de que establezcas cuáles son tus prioridades y reflexiones acerca de lo que querés para tu futuro. Aún así, no pierdas detalle de lo que está pasando ahora y disfrutá al máximo las cosas buenas de una etapa que se cierra para dar comienzo a otra que te espera cargada de nuevos desafíos. ¡Ponete las pilas y no te dasanimes!
Por Viviana Cáceres (18 años)