"La matemática no es un monstruo, la podés amar"

"El primer paso para aprender mejor Matemática es no tenerle miedo, para luego amarla", afirma Gerardo Fish (16), quien obtuvo medalla de bronce en la Olimpiada Mundial de Matemáticas en Tailandia. El estudiante cursa el segundo año de la Media en el Colegio Técnico Nacional y expresa que aunque ayuda en la materia a sus compañeros, le gustaría alguna vez enseñar de manera formal.

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"Cada año se realiza una olimpiada de matemáticas a nivel país, y los 100 mejores participan del Curso de jóvenes talentos en la Universidad Nacional de Asunción, en el cual se hace la clasificación por medio de exámenes para la competencia mundial", explica Gerardo. Cuenta que fue a Tailandia con el firme objetivo de, al menos, traer la medalla de bronce.

Relata que en el torneo internacional rindió dos pruebas de tres problemas, creados por 100 profesores de todo el mundo, y con cuatro horas y media de tiempo. El puntaje total era de 42; el joven obtuvo 16, lo que le valió la medalla de bronce, al igual que a otros dos compatriotas. El resultado que alcanzó el grupo paraguayo fue un récord nacional.

Cuenta que nunca se dejó intimidar por el peso de la competencia ni por la cantidad de contrincantes, que eran casi 600. "Mi ideal es superarme cada vez más, lo cual es mayor a cualquier cosa. Uno siempre tiene fortalezas y debilidades que superar, yo, por ejemplo, soy bueno en Matemática, pero no en Literatura guaraní", confiesa.

"Desde chico me atrajo la disciplina, no creo que debe ser estudiada solo para pasar de curso, sino porque de verdad es atrapante una vez que te dejás llevar", relata. Comenta que lo más atractivo de ella es que siempre hay una solución para cada problema y, además, no existe solo un método para encontrarla, ya que los caminos son varios, algunas veces cortos, otras, sin embargo, largos.Asevera que la matemática es mal vista, en muchas oportunidades por la forma de enseñar y porque los estudiantes la ven como un monstruo y esto dificulta un buen estudio. "Hay que aprender a amarla", puntualiza. Señala, además, que descifrar ejercicios cada día ayuda al adiestramiento mental. Finalmente, anima a los jóvenes a que no se rindan ante enigmas que son difíciles de resolver, ya que la gratificación es inmensa cuando al fin se halla el resultado.

Por Dayhana Agüero (19 años)

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