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¿Tan poco crédito le das a lo que fabrican nuestros paisanos, que tenés que dejarlo de lado y escoger algo importado? Típico es escuchar: “¿¡Por qué piko tan caro!?” al momento de consultar el costo de un artículo hecho acá. Y cuando querés, bien que regalás a alguna empresa transnacional lo que tanto trabajo te costó recaudar. Un producto extranjero no es sinónimo de calidad o precio justo, precisamente, así que no permitas que te estafen con publicidades engañosas.
Cualquiera de los que se privan del confort de no moverse, buscan la prosperidad y ofrecen un buen servicio, merecen tu aprecio y no que minimices su dedicación. Al fin y al cabo, el fruto de la creatividad de nuestros hermanos paraguayos logra tanto reconocimiento como los productos de la vitrina internacional, porque se utilizó materia prima de calidad superior y se puso bastante esmero en la elaboración.
Vos, seguramente, sos de los que preferís un objeto por ser de procedencia o marca extranjera, ¿no? Deberíamos ocuparnos de ver las bondades o virtudes de lo que está hecho en nuestro territorio, ya sean frutos artesanales que llevan más dedicación consigo o un producto de manufactura. ¿Por qué pensás que la mano de obra nacional es tan apreciada en el mundo? Porque somos capaces de brindar excelencia y calidad por cada esfuerzo que entregamos.
¿Cuál es nuestro error? Subestimar al que comparte contigo el ser paraguayo y darle mayor importancia a marcas de afuera, buscar minimizar la entrega de nuestros compatriotas con una frase despreciativa cuando te ofrecen un producto que representa su costo, porque ese artículo no es solo una mezcla de ingredientes, sino fruto del esfuerzo. Nos limitamos al pensar que el sello de tal industria del exterior tiene cierto precio y lo pagamos, ¿acaso la mano de obra nacional no vale lo mismo o, inclusive, más?
Por Daniel Miranda Bareiro (18 años)