"Subo a más de 60 colectivos al día"

Los choferes se esconden de él y los pasajeros nos argelamos al verlo, pero son solo gajes del oficio para José Quintana (18), inspector de boletos, quien cuenta que sube a más de 60 colectivos al día. Teniendo su planilla en mano y todavía con su mochila llena de útiles en la espalda, el joven empieza su jornada laboral a las 14:00, luego de haber pasado la mañana estudiando en el colegio.

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“Los choferes se avisan entre ellos donde estoy para tener cuidado”, comenta José, quien nos relata las mañas que debe usar para que no lo jodan los conductores, como dejarse ver en un lugar y luego aparecerse en otro. También nos cuenta que una vez que les hace la parada a los choferes no les conviene pasar de largo, pues él lo informará. “A veces te ofrecen G. 5000 o 10.000 para que te hagas el desentendido”, afirma.

“Yo soy el que está por las calles”, nos cuenta el sanlorenzano, quien explica que también existen los inspectores de horario, quienes se quedan en un solo lugar para controlar el tiempo de los ómnibus. En cambio, José sube a más de 60 colectivos al día, “tengo que anotar y notificar si se les da el boleto a los pasajeros”, afirma. También cuenta que no deja pasar ningún ómnibus y que cuando estos están llenos solo puede controlar a la gente que está antes del molinete.

“Algunas personas son especiales, así que cuando no encuentran su boleto, no les digo nada”, expresa José, quien comenta que es importante que el chofer nos dé el ticket y debemos controlar que este siga teniendo número cuando es cortado por el chofer. Nos cuenta que en la línea 56, en la cual trabaja, no hay chicas y que solo son dos los inspectores de boletos.

“Me gustaría ser inspector de horario porque se queda en un lugar nomás, en cambio yo tengo que subir y bajar de los colectivos”, cuenta el joven. Relata que se levanta temprano todos los días para asistir al colegio y a la salida de este se va directo al trabajo.

En su familia son cinco integrantes y esta es la razón por la que se decidió a buscar una vacante en la empresa La San Lorenzana. “Creo que los jóvenes tienen que animarse a trabajar aunque aún estén en el colegio. Al principio cuesta un poco adecuarse, pero luego provoca satisfacción porque, de ese modo, +representa menos gastos para los papás”. Así que si viajás en la línea 56, no tires por ahí tu boleto, guardalo bien, porque podés encontrarte con el inspector José en el camino.

Por Lía M. Barrios (18 años)

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