¡Arriba el ánimo, mami!

La depresión prenatal es frecuente en el primer trimestre y hacia la fecha de parto. Los malestares físicos que se experimentan e ideas falsas alrededor de estos nueve meses suelen influir en ella para que su realidad le abrume de tal manera, que se sumerja en una larga penuria, y además se sienta culpable.

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Las pacientes con depresión tienen mayor riesgo de continuar con ese cuadro y producir repercusiones en el neurodesarrollo del feto y luego del nacimiento.

Hay estudios que sugieren la importancia de la alimentación en estos cuadros, y la suplementación con Omega 3 que valdría la pena exponer al médico tratante.

El Dr. Derlis Aranda, psiquiatra, responde.

–¿Es la idealización de la maternidad un factor que influye en madres deprimidas?

–En la idealización de la maternidad la persona mágicamente excluye información que es propia de la condición de ser madre. Los malestares (náuseas, vómitos), el sobrepeso, la fatiga, los dolores preparto y durante el mismo, el insomnio o el sueño interrumpido, entre otros. Al idealizar la maternidad la gestante se imagina un embarazo libre de todo; como en las películas, con una tierna música de fondo y todos felices, sonriendo. La depresión es multifactorial, por lo que sería necesaria la presentación de varios factores en la persona vulnerable, para que se manifieste.

–¿Cuáles son las causas?

–Entre los factores de riesgo de depresión, se mencionan por ejemplo: historia de cuadro depresivo previo o historia familiar (abuelos, padres, hermanos, tíos, etc.) de trastorno depresivo o ansioso. Asimismo, una paciente que haya presentado un cuadro depresivo en un embarazo anterior o en el posparto tiene mayor riesgo de volver a vivir un cuadro depresivo en embarazos posteriores.

El acompañamiento por parte de la pareja es igualmente de relevancia. A menor calidad en la relación de pareja, mayor riesgo. El compromiso de la pareja en el acompañamiento de la gestante crea un clima de “seguridad”, que reduciría el riesgo de depresión en la misma. Por otro lado, situaciones de violencia doméstica aumentan el riesgo.

Factores de índole socioeconómica cumplen un rol así como sucesos de alto riesgo en el embarazo. La posibilidad de la pérdida del bebé en la gestante “despierta”, como es de suponer, temores y afectos de carga negativa (tristeza). La edad de la futura madre, su situación civil; si se trata de un embarazo planeado o no.

Las preguntas reveladoras

¿Debería cuestionarse cómo se siente? ¿Disfruta de las cosas como antes? ¿Tiene dificultades para conciliar el sueño? ¿Se despierta varias veces en la noche sin poder volver a dormir o se despierta más temprano? Otras son: ¿Ha perdido apetito? ¿Ha bajado de peso? ¿Tiene dificultades para concentrarse? ¿Siente mayores dificultades al momento de tomar decisiones?

Además: ¿Ha pensado que sería mejor no estar viva? ¿Se ha imaginado haciéndose daño? ¿Se siente responsable de hechos pasados? ¿Cree merecer castigo por estos hechos?

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