Densitometría ósea

Un estudio para evaluar las condiciones en las que se encuentran los huesos es indicado a las mujeres, en especial luego de la menopausia. La densitometría ayuda a descubrir si hay pérdida ósea.

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La Dra. Olga González, ginecóloga, afirma que “la densitometría ósea es un estudio que se realiza para determinar la densidad mineral ósea, que se puede llevar a cabo con rayos x, ultrasonidos o isotopos radioactivos”.

El estudio se realiza con el aparato que mide las imágenes y da una cifra de la cantidad mineral ósea por área, según explica la profesional. “Mide un hueso específico, o más, por ejemplo la columna vertebral, cadera, antebrazo. La densidad de esos huesos es comparado con un valor promedio basado en edad, sexo y tamaño”, señala.

Agrega la doctora que “la comparación de resultados se usa para determinar el riesgo de fracturas y el estado de osteoporosis en el individuo. El estudio sirve para el diagnóstico de osteoporosis, además de ser considerado un exacto estimador del riesgo de fractura”.

La densitometría ósea es importante porque es el único examen avalado por la Organización Mundial de la Salud para identificar y seguir el tratamiento de la osteoporosis, una enfermedad de pérdida de hueso con probabilidades de fracturas. “Por lo general afecta a las mujeres después de la menopausia, pero también se puede encontrar en los hombres”.

Refiere la especialista que “la densitometría ósea es recomendada en aquella mujer posmenopáusica que no ingiere estrógenos, la mujer posmenopáusica alta y delgada, así también en aquella con antecedentes personales o maternos de fractura de cadera o en aquella que es fumadora”.

“También se aconseja en aquellos hombres con enfermedades asociadas con la pérdida del hueso, por ejemplo, enfermedades autoinmunes o inflamatorias, que requieren ingesta de esteroides, anticonvulsivantes o que limitan la absorción del calcio. Ante el consumo de algunos medicamentos, como por ejemplo: corticoides, anticonvulsivos, dosis altas de reemplazo de hormona tiroidea, anticoagulantes, entre otros”, aconseja.

Además resalta que también se recomienda este estudio “en personas portadoras de enfermedades como diabetes, enfermedad hepática, renal o antecedentes familiares de osteoporosis, entre otras”.

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