Esta enfermedad se presenta aproximadamente en un 20% de los países occidentales. En nuestro país, según el Instituto Nacional de Prevención Cardiovascular, afecta a 33% de la población y constituye por lo tanto un problema de magnitud importante para la Salud Pública.

En la mayoría de los casos la "presión alta" es de origen desconocido (esencial), pero existen unos factores que pueden influir como la herencia, la raza, la edad, la obesidad, el exceso del consumo de sal y del alcohol, la vida sedentaria (sin actividad física), el tabaco y ciertos medicamentos (anticonceptivos, sprays nasales, medicamentos preparados con corticoides, etc.). Algunos de estos factores predisponentes (facilitadores) al desarrollo de la "presión alta" pueden ser modificados a través de un cambio en los hábitos de vida.

El cerebro, el fondo de ojo, el corazón o los riñones pueden verse afectados por la "presión alta" prolongada, y a estos órganos se les suele llamar "órganos diana".

¿Cómo y cuándo se creó el aparato para la toma de presión?

Según datos históricos, Leonardo da Vinci había diseñado un ingenioso equipo para medir la presión de las arterias (conducto de la sangre), al que denominó "Pulsilogium", pero de este invento solo existen pocas y vagas informaciones.

Más tarde, en 1896, fue publicado por el médico italiano Scipione Riva-Rocci los principios físicos (explicación del mecanismo de funcionamiento) de su invento para medir la presión de la sangre, al que denominó "esfigmomanómetro" o aparato para toma de presión, palabra de raíz griega que significa "medidor de la onda de pulso". Este equipo se diferenciaba de los otros por que disponía de un brazalete que se insuflaba (inflaba) con aire a través de una pera de goma (pelolita ovalada de goma), que en el mismo tiempo en que se inflaba el brazalete enrollado por el brazo, hacía ascender el mercurio (líquido color plata) en un tubo de vidrio milimetrado, conectado al brazalete y a la pera de goma por medio de unas mangueritas de goma. Dicho invento permitió controlar la presión arterial sistólica o presión de la sangre máxima del enfermo en la cama, sin embargo la presión de la sangre tiene dos componentes que son la sistólica o presión arterial máxima y la diastólica o presión arterial mínima.

Colaboración del ingeniero Pedro Galván, de Salustec SA.