El infarto

Los primeros síntomas, como dolor de pecho, brazos o de hombros, son algunas señales de alarma ante un infarto. El dolor puede ser intenso o leve con una sensación que comprime el pecho y hasta da náuseas. Otros pacientes, sin embargo, no experimentan ninguna alteración pues su infarto es silencioso. El detonante podría ser una fuerte emoción.

El Prof. Dr. Javier Galeano, jefe del Servicio de Hemodinamia del Instituto Nacional de Cardiología, señala que “las emociones fuertes, como la separación, los disgustos importantes o el fallecimiento de un ser querido, pueden desencadenar lo que conocemos como ‘cardiomiopatía por estrés’ o ‘síndrome del corazón roto’, que pueden ocasionar disfunción potencialmente grave del corazón. Afortunadamente la mayor parte de estos trastornos son reversibles”.

–¿La obesidad tiene gran incidencia en las enfermedades cardíacas?

–El sobrepeso y la obesidad están relacionados con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, debido a que la obesidad incrementa los llamados factores de riesgo, como diabetes mellitus, hipertensión arterial, aumento del colesterol malo (LDL), disminución del colesterol bueno (HDL), aumento de triglicéridos, por lo que bajar de peso ayuda de manera importante a disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas.

–¿Por qué se produce el infarto?

–El infarto es un fenómeno que se produce por la obstrucción aguda de las arterias que irrigan el corazón, debido a depósitos de grasas en las paredes de dichas arterias.

–¿De qué manera una persona podrá darse cuenta de que presenta síntomas de infarto?

–Los síntomas del infarto son característicos, como dolor de pecho o de los brazos y hombros (sobre todo izquierdo), espalda o mandíbula. Incluso algunas veces se siente dolor en la parte alta del abdomen, que suele confundirse con problemas estomacales.

–¿Cuál será el tratamiento inmediato que recomendará el médico?

–Quien sufre un infarto requiere atención de urgencia. Muchos de los pacientes que presentan un cuadro de infarto agudo de miocardio, lamentablemente, ni siquiera tienen tiempo de llegar al hospital, pues fallecen al momento o a las pocas horas. Una vez establecido el diagnóstico de infarto agudo de miocardio lo primordial es reabrir la arteria culpable del infarto. El método de elección es el cateterismo cardíaco, en hospitales que no disponen de sala de cateterismo deberían contar con trombolíticos, medicamentos que disuelven el coágulo que obstruye la circulación del corazón y permiten salvar o recuperar el área infartada.

Recuerde que la prevención, con buenos hábitos, es la primera herramienta para combatir los problemas cardiacos.