Motivar para aprender

Una profesora paraguaya, la licenciada Elizabeth Yinde de Mehtälä, enseña español en el colegio Montessori Galaxen en la localidad sueca de Gislaved, y junto a la directora Petra Sjöö, comparten algunos aspectos de su trabajo dirigido a motivar para aprender.

https://arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/W25TTXGLDJAB5EX4E5WVMNMIL4.jpg

Cargando...

El conjunto de teorías, prácticas y materiales didácticos ideados inicialmente por María Montessori, quien en 1907 abrió la Casa de los niños en Roma, da su nombre al método de enseñanza que se desarrolla con éxito en varios países del mundo. Su punto más relevante es que la educación se basa en la evolución del niño, y no al contrario. Sobre esta experiencia comentan la licenciada Elizabeth Yinde de Mehtälä y la directora Petra Sjöö quienes trabajan en Suecia.

Los seis pilares de la educación de Montessori son el autoaprendizaje, la educación como ciencia, la educación cósmica, un ambiente dispuesto, un adulto preparado y un niño equilibrado. El colegio se caracteriza por tener grupos pequeños de alumnos en cada clase, veinte en el preescolar y un número máximo de diez chicos desde el primer al noveno grado, nos cuenta su directora Petra Sjöö. “La actividad escolar se basa en los intereses y necesidades de los alumnos. La visión del Montessori Galaxen es que cada estudiante sienta respeto por sí mismo, por los demás y por su entorno”. 

Otro aspecto fundamental, según nos dice la directora, es que “la institución da un enfoque integral al alumno y la enseñanza se enfoca en que aprenda a socializar y mostrar respeto por los demás, a cuidar su entorno escolar. Así también la responsabilidad por su trabajo, que se les permite cumplir a su propio ritmo, durante un horario bastante prolongado. Ellos buscan conocimientos de diferentes formas, con ganas de aprender y mirar hacia el futuro”.

Los profesores observan, dirigen y están disponibles para apoyar al alumno en su progreso mientras crean un ambiente apropiado para despertar la curiosidad del niño por querer aprender. “Se trabaja según las ideas de María Montessori de que todo en la tierra y en el universo forma una armonía completa. Se pretende que los niños tengan una comprensión de cómo sus actos pueden afectar a su entorno y como esto a su vez, puede afectarles a ellos”, refiere la maestra.

“Los alumnos tienen la oportunidad de elegir su propio material de trabajo y decidir el ritmo de tareas, algunos avanzan muy rápido mientras que otros necesitan más tiempo. Los materiales están preparados para que el estudiante trabaje individualmente o en grupo”.

Llama la atención, dentro de la sobriedad sueca, la decoración y los muebles acondicionados de modo a que el alumno pueda moverse libremente. Los espacios son amplios, hay alfombras, almohadas, sofás y taburetes que incentivan a trabajar con tecnología de audio, videos y computadoras.

Existe una alta demanda de profesores licenciados para aprender el idioma español y va en aumento constante, según nos dice la licenciada Yinde de Mehtälä, quien enseña a los chicos de sexto a noveno de la secundaria. “Soy profesora autorizada para enseñar sueco, español, además de otras materias. Puedo decir que trabajar en el colegio de Montessori es una experiencia enriquecedora y única, ya que me proporciona la oportunidad de conocer muy bien a cada alumno y darle la guía necesaria para cumplir con los objetivos que exige la materia. Al tratarse de grupos pequeños cada alumno tiene una participación activa”, destaca la docente.

Según dice “el desafío consiste en crear clases amenas y variadas para mantener el entusiasmo del grupo y que cada uno sienta que puede influir y aportar porque su participación es de mucho valor. Esto requiere buena preparación de parte mía como profesora para crear ambientes propicios en donde cada alumno pueda desarrollar su creatividad y motivación por seguir aprendiendo”, finaliza.

Texto y Fotos: Mirtha González Schinini 

mirtha@abc.com.py

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...