Pérdida de la memoria

El doctor Fernando Hamuy, neurólogo, afirma que la enfermedad de Alzheimer, también denominada mal de Alzheimer, demencia senil de tipo Alzheimer (DSTA) o simplemente alzhéimer, es una enfermedad neurodegenerativa que se manifiesta como deterioro cognitivo y trastorno conductual. “Se caracteriza en su forma típica por una pérdida de la memoria inmediata y de otras capacidades mentales, a medida que mueren las células nerviosas y se atrofian diferentes zonas del cerebro”.

Refiere el profesional que “la enfermedad afecta primordialmente a individuos mayores de 65 años de edad. Una entre cada diez personas mayores de 65 años y casi la mitad de las personas que llegan a los 85 años desarrollan esta enfermedad”.

“Debido a su naturaleza, esta enfermedad llega a tener un impacto tremendo no solo en aquellos a quienes se les ha diagnosticado, sino también en sus familiares y en las personas encargadas de cuidar a estas personas”, agrega.

El neurólogo resalta que “no se conoce el origen de esta patología, siendo su causa multifactorial; se presenta en edades avanzadas a pesar de observarse también en edades intermedias. Lo que está claro es que la enfermedad de Alzheimer no es infecciosa y que no está causada por un infra o sobreuso del cerebro. Aunque a veces la patología se manifiesta tras un período de estrés o preocupación, no se cree que estos estados emocionales sean su origen”.

“El diagnóstico incluye la historia clínica, la evaluación neuropsicológica de las funciones cerebrales superiores y estudios específicos de medicina nuclear como el SPECT o el PET de cráneo que permiten evaluar la lesión amiloidea característica”.

Recuerde que “no existe cura para esta enfermedad; sin embargo, el tratamiento está orientado a enlentecer su curso evolutivo y tratar de sostener y recuperar algunas funciones”.

“Si bien los científicos aún no logran ponerse de acuerdo sobre los orígenes de esta patología, investigaciones preliminares sobre el tema sugieren que algunas estrategias para mantenerse saludables a medida que se envejece reducen el riesgo de desarrollar el alzhéimer. Varios estudios le dan un gran valor al continuar aprendiendo a lo largo de la vida y al hecho de tomar parte activa en actividades que son mentalmente estimulantes. Existe evidencia clínica que sugiere que las funciones mentales y físicas pueden mejorar con la actividad física aeróbica. Algunas recomendaciones incluyen ejercitar constantemente el cuerpo y la mente”, indica el profesional.

darzamendia@abc.com.py