Valioso tiempo de vacaciones

Las tareas escolares durante las vacaciones de invierno ponen a prueba la organización de los chicos y por supuesto de los padres. La clave es encontrar el equilibrio entre el ocio y las tareas a través de un buen cronograma de actividades.

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La licenciada Adriana González Morra, psicóloga educacional, refiere que llegan la vacaciones y tenemos que organizar una rutina en el hogar. Sin escuela y sin agendas apretadas aparece el tiempo libre; los niños y niñas tienen que batallar un desafío muy importante, ¿qué hacer para no aburrirse? En una cultura que se vuelve cada vez más activa, rápida y tecnológica, la presión cae muchas veces sobre nosotros, los padres, quienes debemos poner empeño en proteger su sentido de asombro y curiosidad, potenciando el uso adecuado del tiempo libre.

“Si bien los chicos deben cumplir con algunas tareas escolares o reforzar ciertas asignaturas en las que tienen mayor dificultad, potenciaremos también a que lleven a cabo actividades diferentes, que se conecten con su infancia y que se sientan desafiados y motivados a disfrutar el tiempo libre. Es un momento importante porque les permite explorar y resolver aspectos claves de cómo funciona el mundo, ya que esto potencia su curiosidad y su imaginación. Los ayuda a construir su pensamiento y sentirse más seguros”, enfatiza.

La licenciada indica que “las vacaciones en casa deben ser vistas como una oportunidad: el tiempo libre es un momento para crecer, el descanso permite que los niños puedan conectarse con su interior, explorar ideas, imaginar y reflexionar. Nuestro trabajo como adultos es dejarlos explorar con libertad valorando sus esfuerzos. Recuerde que al valorar y confiar en sus momentos de juegos, valoramos y confiamos en su capacidad de crear y desarrollarse como individuos únicos. Permitirles el tiempo libre, también nos permite a nosotros, relajarnos y respirar”.

Por su parte, la licenciada Marian Piñánez, psicóloga clínica, menciona que el tiempo libre debe organizarse de manera más reflexiva, se deben planear actividades de forma que se valore el disfrute, así como aprovechar el tiempo para fortalecer el vínculo familiar. Y a la vez realizar las tareas académicas que desarrollan las habilidades cognitivas de nuestros niños y niñas.

“Es importante planear las actividades de los chicos en vacaciones para que sean verdaderamente productivas. La construcción sana de la personalidad del niño está ligada a crear una estructura o programa de actividades que puedan llevarse a cabo en las 24 horas que tiene el día y los siete días de la semana. Para ello será fundamental designar horarios para jugar, dormir, bañarse, comer, estudiar y realizar tareas académicas. Esto es importante porque además de darle seguridad, le mantiene al niño equilibrado entre el ocio y las tareas”, subraya. Ojalá que aprovechen y disfruten este hermoso tiempo.

La espontaneidad

La licenciada González dice que “muchas veces en nuestro deseo de criar hijos exitosos, los llenamos de actividades; lo ideal es lograr un equilibrio entre la estructura y el tiempo libre. Si hay tareas hay que hacerlas, si hay dificultades hay que identificarlas, pero no podemos desaprovechar el tiempo libre que nos ofrecen estas dos semanas”.

Añade que “como padres somos el punto de partida de nuestros hijos, debemos ayudarlos a mantenerse sanos, brindándoles espacios de bienestar, como adultos construimos la atmósfera donde ellos pueden crecer. Cuando proveemos a nuestros hijos materiales y herramientas necesarias para un nuevo proyecto, les damos la libertad para tomar sus propias decisiones creativas, embarcarse en este viaje de poder hacer algo de la nada es un gran desafío como una hoja en blanco”.

“Permitirles el aburrimiento y la espontaneidad es también enseñarles a lidiar con la frustración. Es importante no saturar sus agendas con actividades sino buscar el equilibrio porque esto les permitirá conectarse con muchas capacidades internas. Si bien podemos sugerir juegos, juguetes, actividades o rutinas, debemos ser conscientes de que son ellos los que deben decidir a partir de estas propuestas. No podemos invadir todo el tiempo tratando de estructurar todo, porque las vacaciones son también eso: tener tiempo para no hacer nada o para hacer simplemente lo que queremos”, resalta.

Qué hacer

La profesional explica que “si todo el tiempo le decimos qué hacer o cómo hacerlo, les estamos enseñando a buscar información siempre fuera, a esperar que el mundo o su entorno le dé indicaciones de cómo comportarse. Las vacaciones son una oportunidad para que ellos puedan descubrir dentro, y aprender no solo implica ir al colegio y cumplir con las tareas, sino que va más allá. Los niños a los que se les deja expresarse con mayor libertad aprenden a manejar mejor sus rutinas, se vuelven más creativos y flexibles. Conforme confiamos en ellos y en sus capacidades les damos el poder de desarrollarse como seres humanos creativos”.

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