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Los reclamos de los pobladores son constantes, pero las autoridades del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) se llamaron al silencio.
En la zona de la colonia Acepar hay lugares de difícil acceso por la gran cantidad de pendientes por donde corren los raudales en los días de lluvias.
El agua causa destrozos, los caminos se estropean y se convierten prácticamente en intransitable.
Los agricultores de este lugar piden tanto al Ministerio de Obras como a la municipalidad local y a la Gobernación de Canindeyú, la reparación de los accesos.
Recalcan que se trata de una zona altamente productiva y los rubros agrícolas deben ser transportados a los diversos mercados de todo el país, enfatizaron los mismos.
Las dos semanas de constantes precipitaciones que se registraron en la parte norteña fueron suficientes para que los tramos viales de varios municipios de Canindeyú sean convertidos en lodazales.
Esta situación, a su vez, deja a varias familias o comunidades semiaisladas por varios días.
A los pobladores solo les queda esperar a que salga el sol y que el calor seque los caminos. Pero, igualmente, en algunos únicamente pueden ser utilizados con vehículo todo terreno.
“Nosotros tenemos ese inconveniente: si bien la lluvia es buena para la producción, la parte negativa es esa, pero esperamos el arreglo”, dijo Carmelo Rojas, poblador de la colonia Acepar.
También quisimos conocer si el MOPC cuenta con datos sobre los kilómetros de caminos rurales de la zona baja del departamento de Canindeyú que deben ser reparados después de cada lluvia. Sin embargo, el jefe del Distrito XIV del Ministerio de Obras, el ingeniero Jorge Hernández, no nos contestó el teléfono ni respondió nuestros mensajes.