El IPS es parte del problema

Uno de los soportes de la atención sanitaria en nuestro país es el Instituto de Previsión Social (IPS).

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Su mal servicio y falta de medicamentos afecta directamente a las dependencias del Ministerio de Salud, ya que estas quedan sobrecargadas cuando los asegurados de la previsional se hacen atender en los hospitales de la cartera.

El Instituto pasa desde hace 3 años por un desabastecimiento de insumos y medicamentos. Varios de sus equipos médicos que no se arreglan y a esto se suma la falta de camas, sillas de ruedas, cirugías sin bioseguridad. Para aliviar la alta demanda que sufre el Hospital Central se comenzaron unas diez obras a terminar, pero las mismas están con retraso.

Uno de los proyectos más esperados para descomprimir el Hospital Central es la Clínica Ingavi, que debía terminarse ya en octubre del año pasado. Se pospuso su inauguración, según los directivos porque tuvieron que aumentar de 400 a 600 las camas. Y a casi un año de aquella postergación, aún no se logra en un 100% la obra y menos comenzar el equipamiento.

El Hospital Geriátrico de San Bernardino, con capacidad para unos 170 internos, construido por 11.500.000 dólares solo sirve para unos cuantos.

El presidente del IPS y futuro ministro de Hacienda, Benigno López, insistió desde que asumió el cargo en la previsional que el Fondo de Salud tiene un déficit de G. 600.000 millones y que por eso las licitaciones de insumos y medicamentos se dificultaban.

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