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El suboficial de Policía Edelio Morínigo, cuya vida está en manos del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), cumplió ocho largos meses en cautiverio. Muchas cosas pasaron desde aquel 5 de julio de 2014, cuando el uniformado, haciendo uso de su día libre, fue a cazar con cinco amigos en los montes de la zona de Arroyito, departamento de Concepción.
Todo iba bien hasta que los amigos se encontraron con una columna del EPP que estaba en la zona y fueron rodeados y capturados. Cuando se dieron cuenta de que Edelio era Policía, lo retuvieron y dejaron ir a los demás.
Edelio es un suboficial proveniente de una familia muy humilde que reside en Arroyito y su secuestro llamó la atención, ya que en vano los criminales podrían pedir algún tipo de rescate. Mientras esto ocurría, también estaba en curso el secuestro de Arlan Fick.
Muchas cosas se dijeron sobre la situación de Edelio: que ya se unió al EPP o inclusive que estaba muerto, entre otras más; pero a finales de octubre del año pasado se dio a conocer la prueba de vida de Arlan y del uniformado, a quienes se los vio en un campamento en el monte en, aparentemente, buen estado de salud.
Posteriormente, Arlan Fick fue liberado el 25 de diciembre, pero el policía sigue en cautiverio y nunca más se supo de él.
El EPP en dos ocasiones planteó el intercambio de Edelio Morínigo por seis de sus miembros presos en las cárceles. Pero desde el Gobierno ni siquiera se analizó el pedido; las autoridades fueron tajantes al decir que no van a negociar con delincuentes y menos sobre la ley. Incluso, el grupo criminal amenazó con matar al secuestrado si no se daba el intercambio, pero finalmente no cumplieron con las amenazas.
Mientras corrían los días, la ciudadanía se manifestaba pidiendo la libertad del suboficial de Policía; sin embargo, desde el Gobierno -a decir de la madre de Edelio, Obdulia Florenciano- fueron abandonados a su suerte, sin que nadie les diera un reporte sobre lo que estaban haciendo para rescatar al joven.
La Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) poco avance tuvo en el caso de Arlan Fick y en el de Edelio Morínigo. El primero fue liberado luego de que su familia pagara un millonario rescate. En el caso del uniformado es imposible cumplir con el pedido de canje que plantean los secuestradores.
Poco avance se tuvo siempre en materia de rescate de secuestrados. Evidentemente, la FTC no se encuentra capacitada para hacer estos trabajos y ello quedó demostrado cuando sus voceros dijeron que no pueden intentar un rescate por el temor a que el EPP ejecute al policía.
De esta manera, prácticamente se “tiró la toalla” en este caso y se depende de la buena voluntad de un grupo criminal para recobrar con vida a Edelio Morínigo.