La basura, un problema de conciencia

Una de las problemáticas más comunes en la capital de Paraguay, Asunción, es la presencia de basura, que puede observarse en lugares distintos como barrios, calles y esquinas. Dentro de este tema también están los vertederos clandestinos.

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Sin lugar a dudas, la basura es uno de los problemas más molestos que cualquier ciudadano puede encontrar al transitar por las calles. A pesar de que la misma está siendo combatida, la cantidad diaria no disminuye, sino que parece aumentar.

Actualmente se viene trabajando para regularizar las tareas de recolección de basura domiciliaria en Asunción, para evitar el cumulo exagerado de desechos en la vía pública. Todavía existen quejas con relación a este asunto en numerosas zonas, pero son atendidas y solucionadas, en ocasiones el mismo día de su emisión o al siguiente, según explicó Wilson Rojas, jefe del Área de Aseo Urbano de la Municipalidad de Asunción.

Por lo general, la cantidad de basura y las zonas de las que son recogidas varían de acuerdo a la temporada del año. Así, por ejemplo, en la época de las festividades como Navidad y Año Nuevo existe un incremento notable de desechos sólidos, teniendo en cuenta nada más Asunción.

En un combate adecuado a la basura, “nosotros, para óptimamente salir en un día, necesitamos 25 unidades andando y tener otras tres o cuatro que oficien de refuerzo”, expuso. Además, las unidades del parque automotor de la Comuna son constantemente verificadas y derivadas al mantenimiento. Esto, “porque, por ejemplo, los vehículos por ahí llantan o tienen algún tipo de desperfecto que es normal, puesto que algunas máquinas son viejas o están teniendo su desgaste y así sirven de refuerzos”, añadió.

Hoy, la Comuna capitalina cuenta con una flota de 26 vehículos recolectores, con los que se realiza la cobertura de limpieza y recolección de desechos en varios barrios de Asunción. Los mismos circulan al día por 75 zonas distribuidos en tres turnos: mañana, tarde y noche. Así la calendarización de actividades se divide en lunes, miércoles, viernes y martes, jueves, sábados. Los domingos, el equipo de guardia es el que realiza el recorrido por las zonas que no tuvieron cobertura. “El sistema de recolección existe y depende de la cobertura y, a su vez, la cobertura depende de la flota que tengamos”, señaló.

El objetivo es enriquecer la flota. La semana pasada se recibieron dos nuevos recolectores. A finales de la primera quincena de febrero se tiene previsto adquirir otros dos vehículos y, para los próximos días, dos camiones más. Se pretende alcanzar un total de seis unidades nuevas para totalizar 32 automotores. Ante la consulta de la antigüedad de algunas unidades de recolección, el encargado del Área de Aseo Urbano mencionó que la más vieja sería del año 2009 aproximadamente.

La basura pública es uno de los problemas mayores de Asunción, según explicó Wilson Rojas, porque, a pesar de que la recolección de la misma también es ocupación de la Municipalidad, la sociedad no hace mucho para que esta disminuya en las calles. Para realizar esta tarea, se tiene el mismo mapa de ruteo y se trabaja de igual forma que con las actividades de recolección de basura domiciliaria. Los turnos también son los mismos.

En cuanto a la “basura pública”, se mencionan ramas de árboles resultados de cortes, podas, e inclusive se puede hablar de escombros que son arrojados a los paseos centrales de las avenidas más transitadas. En muchas ocasiones, se pueden recoger “a mano”, pero en otras demanda la utilización de tractores o palas mecánicas, lo que equivale a una inversión de otro tipo de logística para el transporte.

“Tenemos hoy en día lugares que se han convertido en puestos de basura por personas que se dedican a este menester, como los carriteros o carreros, con quienes tratamos de trabajar para que no empeoren más la situación”, argumentó. Añadió: “Nosotros invertimos muchos recursos económicos y humanos para ir sacando la basura de las avenidas donde esta gente va tirando la basura”. Esta que llamamos basura pública, hoy por hoy constituye el 40% o 50% de todos los desechos que recolectan al día. Esto hace pensar que existe un dilema. “Ahí hay un problema de fondo y de conciencia que hay que solucionar”, mencionó.

El gran desafío que enfrenta este órgano de la Comuna capitalina es la zona donde se halla ubicados los afectados por las inundaciones, en 21 Proyectadas del barrio Tacumbú. Este es un lugar donde constantemente se están realizando operativos de limpieza. “El domingo estuvimos trabajando ahí, con 10 volquetes, tres tractores, más de 70 funcionarios. Se limpió todo el paseo central, se mudó gente –pudimos convencerles de que se muevan para limpiar– y el jueves nuevamente se encontró la zona cubierta de basura”, lamentó.

“Hay personas, carriteros y hasta vehículos que vienen a depositar su basura en este lugar y la excusa que se usaba era el sistema de recolección, cosa que no es cierta”, declaró. Entonces, para evitar este tipo de cuestiones, se firmaron convenios con la Policía Nacional y la Policía de Vigilancia para que puedan resguardar y accionar contra los que están realizando este tipo de actos de arrojar basura a las calles. De igual forma, se está conversando con los vecinos para que los mismos denuncien estos actos y se pueda mantener limpia la zona en cuestión.

El año pasado fue puesta en vigencia la Ordenanza Municipal N° 408/14 de “Gestión integral de los residuos sólidos urbanos y la promoción de la cultura de basura cero”. Este organismo también crea la Policía de Vigilancia Municipal, para el control de las zonas más afectadas por desechos. Esta ordenanza clasifica los actos de las personas en situación de arrojar basura a las calles en: “faltas leves, graves y gravísimas”. Las multas estipuladas por la ordenanza van aumentando de acuerdo al grado de faltas cometidas.

En cuanto a los ciudadanos descubiertos en flagrancia, sus casos “son remitidos automáticamente al juzgado de faltas, donde reciben su proceso administrativo y en los casos que ameriten tenemos convenios con el Ministerio Público y la Policía. Eso se remite a la fiscalía y se hace un proceso penal si así amerita”, explicó el director de Aseo Urbano.

Sobre el aspecto de las multas, Rojas explicó que “la represión no es la mejor manera de combatir, pero evidentemente ayuda muchas veces. La solución real sería tener conciencia y ser un poco más educados en cuanto a la supervisión de basura en la vía pública, cosa que se va ir superando”. Esta falta de cultura de limpieza por parte de algunas personas es como “una bola de nieve que va creciendo”, debido a que, cuando llueve, la basura que se arrojó a las calles, el raudal la arrastra y luego esta tapona los desagües o va hasta los arroyos, que terminan contaminados.

Los terrenos baldíos constituyen otro punto dentro de la limpieza pero no compete en gran medida al Área de Aseo Urbano, pues esta sirve de apoyo con los elementos de limpieza a la Dirección de Vigilancia, que en los últimos días realizó varios procedimientos, que están siendo notificados. Del mismo modo, se realiza la identificación de los dueños y se verifica para luego cargar a la cuenta corriente. Una vez que pase el plazo prudencial, “nosotros organizamos otra vez el sistema de trabajo para realizar la limpieza”, expuso Rojas.

Este tipo de actividades hace en innumerables ocasiones que algunas zonas que deberían estar cubiertas por los recolectores se vean desatendidas, pues esto produce que el ruteo se modifique sin previo aviso y de paso se modifica la ruta del sistema de limpieza. Por esa razón se hace un llamado de atención hacia los propietarios de patios baldíos, a fin de que limpien sus terrenos, más aún con esta temporada de calor en que proliferan los mosquitos y hay brotes de chikunguña y dengue.

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