No próximamente: “Lost Soul”

Este documental hace una fascinante crónica de la demencial producción de la adaptación de “La Isla del Dr. Moreau” estrenada en 1996, desde un director inestable hasta unas estrellas imposibles.

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Cuando una película tiene como premisa una isla en la que un científico demente crea híbridos de humanos y animales, y la historia del rodaje de la película no es mucho menos insólita que la premisa del filme en sí, la idea de un documental que se mete a fondo en lo ocurrido en ese rodaje es una idea irresistible.

Los documentales sobre legendarias producciones fílmicas fallidas – como el excelente Jodorowsky's Dune – han ganado popularidad en los últimos años ofreciendo fascinantes vistazos a los procesos creativos, los grandes egos y las insólitas complicaciones que pueden surgir cuando las estrellas se alinean de mala forma para una película. Estos documentales, cuando se hacen bien, son una gran fuente de información sobre cuestiones escondidas o al menos no muy conocidas de la historia del cine, al mismo tiempo que películas muy entretenidas en sí, y Lost Soul no es la excepción.

Como la propia adaptación del clásico literario de H.G. Wells sobre la cual el filme trata, Lost Soul tiene su génesis en Richard Stanley, quien a principios de los '90 se constituía como uno de los jóvenes talentos más destacados del cine independiente, con un par de muy bien recibidas producciones de ciencia ficción a su nombre. Era una figura excéntrica, intrigante, y tenía una visión: la novela de Wells La Isla del Dr. Moreau había sido adaptada al cine antes, pero nunca de una forma que, en su opinión, hiciera justicia al material original, y él quería cambiar eso.

Logrando el apoyo del – por entonces – surgiente estudio New Line Cinema, Stanley comenzó a preparar el proyecto como un filme de aspiraciones modestas, con un presupuesto manejable, pero la creciente influencia de New Line en la industria le granjeó al filme la presencia de actores de la talla de Val Kilmer – en su momento de mayor popularidad luego de Batman por Siempre – y el legendario Marlon Brando, y el filme pasó a convertirse en una superproducción.

El documental dirigido por David Gregory pinta a Stanley como un idealista intrigante y peculiar, claramente apasionado por el proyecto que estaba impulsando y evidentemente capaz detrás de la cámara, pero igualmente propenso a atribuir un golpe de buena suerte en la pre-producción a la intervención de un brujo de vudú con aparentemente total sinceridad. Y lo impresionante es que Gregory presenta la historia totalmente desde afuera, sin meterse a editorializar, valiéndose exclusivamente de entrevistas con el propio Stanley y varias de las personas que colaboraron con el proyecto.

Es fácil sentir empatía por Stanley por el vívido relato que los entrevistados brindan de cómo la complicada pre-producción y los conflictivos primeros días de rodaje lo condujeron a una crisis nerviosa que acabó dejándolo fuera de su propia película, pero al mismo tiempo es difícil no entender la decisión de la gente del estudio, que estaba invirtiendo una gran cantidad de dinero en un proyecto cuyo líder aparentemente no estaba del todo preparado para encarar una empresa de tal escala.

Gregory pinta un panorama bastanta imparcial, sin retratar a Stanley como una víctima inocente o a los ejecutivos como villanos sin corazón. De hecho, el único que quizá sale visto como un auténtico villano es Kilmer, a quien los testimonios pintan como increíblemente conflictivo y agresivo.

Pero la separación de Stanley del proyecto fue solo el principio de la locura en el set australiano de La Isla del Dr. Moreau.

Desde el momento en que New Line trae al set al experimentado director John Frankenheimer como reemplazo de Stanley, Lost Soul hace una ocasionalmente hilarante y a veces perturbadora crónica de días de rodaje en los que nada se filma porque los actores se niegan a salir de sus tráilers, adiciones ilógicas al vestuario del cada vez más alienígena Dr. Moreau, fiestas interminables de drogas, sexo y alcohol, temores paranoicos de sabotaje, egos perdidos en una nebulosa de calor tropical y multitudes de extras envueltos en el genial trabajo de maquillaje del estudio de Stan Winston.

Mucho de lo que transcurre en las caóticas semanas de rodaje que retrata Lost Soul debe verse para creerse.

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LOST SOUL: THE DOOMED JOURNEY OF RICHARD STANLEY'S ISLAND OF DR. MOREAU

Dirigida por David Gregory

Producida por David Gregory

Edición por Douglas Buck

Dirección de fotografía por Jim Kunz

Banda sonora compuesta por Mark Raskin

Enlance copiado
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