No próximamente: “Slow West”

Violencia absurdista, preciosismo visual, fuerte drama y pizcas de humor negro hacen de este “western” con Michael Fassbender algo único.

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Slow West es uno de esos raros filmes que desafían una catalogación sencilla. De alguna forma se las arregla para ser un estremecedor retrato de la violencia y sus consecuencias, un dramático relato de romance, una irónica seguidilla de momentos de humor negro y un emocionante filme de acción, todo envuelto prolijamente en una bellísima presentación visual y grandes actuaciones, sin dejarse convertir en un caótico desastre de tonos conflictivos.

Se trata de un “western” triste, divertido, atrapante y al final bastante único.

Slow West, ambientada en 1870, es la historia de Jay Cavendish (Kodi Smit-McPhee), un joven escocés que abandonó su país y viajó a los aún volátiles y en su mayuor parte salvajes Estados Unidos siguiendo el rastro de Rose Ross (Caren Pistorius), el amor de su vida, quien se vio obligada a abandonar Escocia junto a su padre a causa de un hecho violento.

Armado solo con una pequeña pistola, su caballo, las provisiones que trajo consigo y su algo ingenua forma de ver el mundo a su alrededor, Jay se interna en los confines del interior norteamericano en dirección al Oeste hasta que inevitablemente se topa con el tipo de personajes indeseables que debió haber imaginado que eventualmente iba a encontrar.

De este encuentro es salvado por Silas (Michael Fassbender), un cazarrecompensas que tiene sus propios motivos para acompañar al joven Jay en su peligroso viaje.

Lejos de suscribir al granulado y áspero realismo que se ha apoderado del género “western” en los últimos años, el director debutante John Maclean presenta el mundo por el que sus personajes se mueven como algo trágicamente bello, un ecosistema de ambientes variados y colores vibrantes; en un momento de su ocasional narración, Silas dice que Jay veía el mundo de una forma distinta a la norma, con un optimismo y asombro que el propio Silas, inmerso en un mundo de violencia, no captaba. Lo mismo podría decirse de la película en sí, en comparación con lo que habitualmente dicta el género.

Hay una cualidad ligeramente teatral en la estética del filme, tanto en sus maravillosos escenarios, todos obviamente naturales pero filmados de una forma elegantemente económica, como en la forma en que la historia se va desarrollando. El filme siempre sigue la historia principal de Jay y Silas buscando a Ross, pero ocasionalmente se decanta en pequeños clímax, como cerrando un acto de una obra teatral – el primero de estos momentos es probablemente aquél devastador instante en que Jay se ve por primera vez cara a cara con lo cruel que puede ser la tierra que ahora transita –, puntuándola con vistazos al pasado de Jay que explican mejor las circunstancias que llevaron a todo el mundo a la situación actual.

A veces incluso se desvía totalmente, dando lugar a personajes sin demasiada incidencia en la historia aunque enormemente memorables. En un momento que recuerda particularmente a Siete Psicópatas, un hombre a la luz de una fogata narra una historia de violencia sin sentido casi “tarantinesca” que bien podría ser su propia película.

La acción es utilizada con moderación, y nunca por sí sola. Viene con gran tragedia, como el ya mencionado momento de violencia que sirve para despertar a Jay a las realidades de su entorno, o con curiosas pero memorables dosis de comedia, como en una atípica escaramuza con nativos. Para el filme, la violencia es algo demasiado amplio para admitir juicios; puede venir en formas infinitas e impredecibles.

Slow West es una inusual gema del género “western” que cualquier fan de este tipo de filmes, o simplemente cualquiera que disfrute del buen cine, necesita ver.

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SLOW WEST

Dirigida por John Maclean

Escrita por John Maclean

Producida por Iain Canning, Rachel Gardner, Conor McCaughan y Emile Sherman

Edición por Roland Gallois y Jon Gregory

Dirección de fotografía por Robbie Ryan

Banda sonora compuesta por Jed Kurzel

Elenco: Kodi Smit-McPhee, Michael Fassbender, Caren Pistorius, Ben Mendelsohn, Rory McCann y Andrew Robertt

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