Obligadas a ser esclavas

Dos paraguayas pasaron momentos difíciles en un país con un idioma y cultura diferente a la de Paraguay, como lo es Corea del Sur. Las dos mujeres fueron llevadas bajo engaño y al final terminaron siendo esclavas sexuales.

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Allá por el año 2008 las hermanas María y Lorena –nombres ficticios– viajaron al Brasil para trabajar, a fin de ayudar su viudo padre, quien residía en una humilde casa de la ciudad de Caaguazú.

Las hermanas trabajaron como empleadas domésticas en un negocio de confección de prendas de los coreanos Yung Ki Hwang “Juan” y Dong Yun Cho “Patricia”. En el sitio también trabajaban otras paraguayas.

Con un ambiente casi paraguayo, la confección de prendas era un trabajo interesante y los coreanos se mostraban satisfechos. Ellas solo querían ahorrar, dijeron, para ayudar al papá.

La pareja de coreanos les ofreció a las hermanas un trabajo como empleadas domésticas en Corea del Sur, durante dos años, con un salario mensual de US$ 3.000. Ellas no podían creer lo que le ofrecían, el sueño de una linda casa familiar se podía concretar.

Para hacerlo todo más serio, “Juan” viajó a Caaguazú y brindó detalles al papá, quien pese a que no le agradó la idea de que sus hijas viajaran al otro lado del océano, aceptó.

El dia “D” fue el 8 de abril de 2008, cuando las paraguayas llegaron ansiosas a Corea del Sur, acompañadas de “Patricia”.

Del aeropuerto pasaron directo a una casa, donde los recibirán otros coreanos. Ellos hablaban su idioma y las hermanas no entendían nada, pero creían que se trataba de sus nuevos patrones,

De repente le indicaron que se sienten frente al escritorio y le mostraron documentos para firmarlos, a lo que accedieron dichosas, seguras de que era el contrato de trabajo.

Parcialmente estaban en lo cierto, era un contrato… pero de matrimonio, por lo que quedaron unidas nupcialmente con Jom Jun Kim (53) y Ju Hak Kim (39). En Corea del Sur son legales estos tipos de matrimonios; en ese momento ella no sabían el destino que les esperaba aunque horas después ya sospecharían.

En la tarde del casamiento, no fue una luna de miel lo que tuvieron, sino una pesadilla sin estar dormidas. Las llevaron a una casa en el campo, donde las encerraron y maltrataron física y sicológicamente. Tampoco las alimentaban correctamente y para peor, las golpeaban con cable y pedazo de madera.

Todo el maltrato era para que cumplan con el trabajo que no era confección ni nada que tenga que ver con el matrimonio: eran esclavas sexuales.

Siete interminables meses estuvieron en un régimen casi similar de esclavitud, sufriendo a lo que le obligaban a hacer, incomunicadas prácticamente del resto del mundo y sin contacto con su familia.

Los meses pasaban en medio de agresiones y obligaciones a las que ellas no querían acceder, incluso Lorena perdió un hijo debido a un fuerte golpe en la cabeza.

Una tarde de octubre María accedió a escondidas de los sus jefes, a un teléfono celular con el que pudo comunicarse con su tía, a quien le contó todo.

La tía no perdió tiempo y denunció el hecho ante el Ministerio Público y el caso lo toma la fiscala Teresa Martínez, quien a su vez pidió ayuda a la Cancillería Nacional y la Organización Internacional para las Migraciones.

El rescate se concretó el 6 de octubre de 2008, con la intervención de la embajada de Paraguay en Corea, en forma simultánea.

María estaba en cautiverio en la casa donde la obligaban a la prostitución y en ese lugar fue recatada. Lorena fue encontrada en un Centro Asistencial, donde se encontraba internada por los severos golpes que recibía.

Las hermanas regresaron a Paraguay el 7 de octubre de 2008, para iniciar una nueva vida. Una de ellas tuvo un hijo en marzo de 2009; paulatinamente volvieron a insertarse en la sociedad Paraguaya.

El coreano “Juan”, fue detenido en febrero de 2010 en la Terminal de Ómnibus de Asunción y procesado por extrañamiento de personas.

El extranjero reconoció el hecho y llegó a un acuerdo conciliatorio con las víctimas, mediante un procedimiento abreviado. “Patricia” es buscada en el Brasil.

Esta experiencia de las paraguayas, fue publicada en la revista institucional de la  fiscalía a fin de dar a conocer lo que vivieron estas personas y la forma en que fueron rescatadas.

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