/arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/G3AQAIEVUNG2FH7NTFKT6JBKHI.jpg)
Cargando...
Si bien en el mapa mundial el Paraguay no aparece como un país productor de cocaína, por su espacio aéreo pasa una gran cantidad de droga. Los endebles controles aéreos y terrestres, la gran frontera seca y la corrupción imperante en organismos de control hace que el país sea un lugar donde los narcotraficantes quieren montar su base de operaciones.
El Chaco paraguayo, un lugar totalmente abandonado en materia de radares y fuerzas operativas, es el sitio perfecto, para que los traficantes puedan operar con total impunidad.
La Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) tiene un puesto de control en Mariscal Estigarribia, pero la zona chaqueña es tan grande que es imposible hacer un control de las naves que clandestinamente hacen sus vuelos.
Habilidosos narcopilotos, que vuelan casi a ciegas aterrizan en las improvisadas pistas clandestinas, cuando vienen desde Bolivia con grandes cantidades de cocaína. Hacen una parada “técnica” donde se rehabastecen de combustible y vuelven a tomar vuelo, para seguir el camino con destino a Colombia y Estados Unidos.
Varios poderosos narcotraficantes se instalaron en estancias del Chaco o del departamento de Amambay, para operar desde ahí. Los sobornos son moneda corriente que los capos mafiosos tienen que pagar, para poder montar sus esquemas de tráfico internacional.
Anteriormente los traficantes tenían nexos muy fuertes con los carteles de Colombia, en especial con el de Medellín a cargo de Pablo Escobar. En 1994 un cargamento de 756 kilos de cocaína que fue incautado en el Chaco, se dijo que iba para ese grupo criminal.
Luego con el fortalecimiento de las Fuerzas Revolucionarias de Colombia (FARC) los traficantes comenzaron a operar con la guerrilla.
En este negocio se cambia droga, por dinero y armas, los traficantes se quedan con la plata y los guerrilleros se hacen fuertes, para seguir su lucha.
Paraguay es el punto de partida de la droga hacía otros sitios. Esto quedó comprobado luego de que las autoridades antidrogas detuvieran a poderosos traficantes que operaban en Paraguay, como Iván Mendes Mesquita, Claudair Lopes y otros. También se supo a través de trabajos de inteligencia que el mismo Fernandinho Beira Mar, vivió mucho tiempo en Pedro Juan Caballero, hasta que tuvo que huir.
Beira Mar, se refugió en las selvas colombianas, bajo la protección de las FARC, hasta que finalmente fue detenido en una incursión de la DEA en los montes colombianos.
Para muestra de que el Paraguay es un país de tránsito de grandes cantidades de cocaína tenemos una estadística de las mayores incautaciones que se registraron en suelo paraguayo.
Setiembre de 1990: El caso de “Parque Cué” 343 kilos de cocaína en el Chaco paraguayo zona de Madrejón.
Setiembre de 1994: Operativo “Taguá” 756 kilos de cocaína Fuerte Olimpo con Filadelfia (Chaco).
Noviembre del 2004: Operativo “Infierno en el Pantanal” 264 en una estancia de Carmelo Peralta, Alto Paraguay, Chaco, se desbarató el clan Mendes Mesquita.
Junio de 2007 : Pedro Juan Caballero 450 kilos de cocaína.
Agosto del 2009: Pedro Juan Caballero de 366 kilos de cocaína.
Febrero de 2010: Operativo “Centurión” 500 kilos Pedro Juan Caballero
Setiembre de 2010: 226 cocaína (Operativo llevado a cabo por la Policía)
Febrero de 2011: Yby Yaú 168 kilos de cocaína
Mayo 2011: Puerto Fénix, Mariano Roque Alonso, 875 kilogramos de cocaína (Policía Nacional)
Fuente: Senad