La ciencia de la predicción de tormentas

Un tornado puso en evidencia la necesidad de modernizar el sistema paraguayo para pronosticar eventos climáticos severos. La Dirección de Meteorología detectó un día antes la llegada de la tormenta, pero no pudo adelantar datos más puntuales.

https://arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/LCZQGP6UEREADADPOKD2XZBJCI.jpg

Cargando...

La Dirección de Meteorología hizo uso de todos los recursos a su alcance para advertir a la población de la llegada de una tormenta severa, que finalmente se manifestó en forma de tornado en Mariano Roque Alonso y causó cinco muertes, incluida una víctima con muerte cerebral, además de millonarios destrozos.

Ya el lunes se emitió una alerta sobre la formación de núcleos que en la noche del martes provocaron ventarrones de hasta 140 kilómetros por hora.

El último aviso meteorológico se dio cuatro horas de que el evento climático abatiera el país y dejara unas 10.000 familias damnificadas.

Víctor Álvarez, jefe de Pronósticos, reconoció que las alertas emitidas no tuvieron la información suficiente, ya que no fue posible especificar las localidades que serían afectadas y otros datos puntuales.

Sobre esta falencia, señaló que el país necesita invertir en mayor medida en la modernización del sistema meteorológico local, creado en 1938.

Actualmente, la institución, dependiente de la Dinac, cuenta con un solo radar, instalado en el campus de la Universidad Nacional, en San Lorenzo.

El aparato, adquirido hace 10 años, cuenta con el apoyo de unas 24 estaciones automáticas, que consisten en sensores electrónicos que cada 10 minutos envían datos sobre la presión atmosférica, la humedad, la velocidad del viento y las precipitaciones.

Los pronosticadores se valen igualmente de imágenes satelitales que son monitoreadas cada 15 minutos, explicó Álvarez.

Estas herramientas constituyen toda la “artillería” disponible en el servicio meteorológico para prevenir a la ciudadanía sobre las tormentas.

“Necesitamos una red de radares de otro tipo, que nos permita ver y pronosticar con mayor precisión”, explicó Víctor Álvarez.

Para brindar una cobertura óptima sobre los pronósticos sobre el clima se requiere al menos dos radares, según afirmó a su vez Julián Báez, director de Meteorología.

“Necesitamos un radar cerca de Asunción y otro en el centro de la Región Oriental”, indicó el especialista, quien igualmente señaló que deben multiplicarse el número de estaciones automáticas disponibles.

Adelantó que se planifica la instalación de un aparato en la zona de Caazapá, Guairá o el Norte de Itapúa, además de la optimización de la tecnología en las instalaciones del campus de San Lorenzo.

Aclaró que no es fácil hablar de una modernización a corto plazo, debido a que los radares son instrumentos costosos, en lo que respecta a su adquisición, operación y mantenimiento.

Respecto a los proyectos a corto plazo, mencionó la adquisición de un nuevo procesador para el radar de San Lorenzo, que permitirá un manejo más rápido y detallado de datos sobre eventos climáticos.

“Este mismo año estamos en proceso de concurso de ofertas para la adquisición del nuevo procesador”, anunció.

Víctor Álvarez señaló que el país se encuentra en medio de una zona de tornados, por lo que consideró que el evento de Roque Alonso no fue un caso “atípico”.

Indicó que fenómenos como estos pueden producirse periódicamente, pero solo cobran relevancia cuando afectan una zona muy poblada.

El mejoramiento del sistema meteorógico paraguayo no pasa solamente por la adquisición de mejores equipos, sino del personal calificado, según explicó Julián Báez.

“En recursos humanos calificados, como país estamos bastante débiles. Para todo el país tenemos 120 personas, de los cuales la gente que se dedica a hacer predicción se reduce a 20”, detalló.

Comentó el número de funcionarios disponibles igualmente debe dividirse para el servicio aeronáutico, en los aeropuertos, y para el servicio a la población civil en general.

“De qué me sirve tener tres radares, si no tengo gente que va a interpretar esos datos. En Paraguay deberíamos invertir más en formar recursos humanos”, insistió.

Aclaró que gracias a un convenio con la Universidad Nacional se logró la apertura de la carrera de Ciencias Atmosféricas, donde los alumnos egresados se incorporan a la institución a su cargo.

Al ser abordado sobre la necesidad de aumentar la confianza de la población en los pronósticos, Báez señaló que la ciudadanía muchas veces no comprende que “la atmósfera no se comporta como uno quiere”.

“A veces una alerta emitida genera caos y si no ocurre el evento anunciado, ya se pasa a una 'descredibilidad'”, lamentó.

Indicó además que un motivo del descreimiento es que la población está acostumbrada a que el pronóstico se dirija exclusivamente al lugar en que se desenvuelve.

“Nuestra población está concentrada en Asunción y alrededores. A veces los eventos se dan en otros departamentos y como no ocurre en Asunción, ya genera 'descredibilidad'”, refirió.

Indicó que igual situación se vive en el interior del país. “A veces se descuida el interior y ocurre un desastre en Encarnación o Ciudad del Este y se tienen la sensación de que estamos desatendiendo esas áreas”, agregó.

Señaló la necesidad de mejorar la red de comunicación de alertas, con un sistema que permita enviar mensajes a los celulares horas o minutos antes de un determinado evento.

“Considero que todavía nos falta mucho que hacer, sin duda. Mucho de lo que falta hacer, también implica educar a la sociedad a usar las alertas. Al final, nuestra misión es salvar vidas y proteger la propiedad de las personas”, finalizó el profesional.

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...