Sin trabajo y sin defensas

Una persona que vive con VIH carece de las garantías esenciales para acceder a un empleo digno, las trabas provienen de las propias empresas, denunció la fundación Vencer, que trabaja hace 20 años en políticas de inclusión para esta franja poblacional.

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En palabras de Alfredo Gaona, coordinador de Incidencia Política de dicha fundación, la normativa existente resulta insuficiente para accionar contra aquellas empresas que exigen el test de Elisa como uno de los requerimientos del Curriculum Vitae, “pedimos que se denuncie, pero ahí termina todo”, criticó el voluntario.

“Recibimos en promedio de 15 llamadas mensuales donde se hace mención a esta solicitud, pero más que denuncias son quejas, porque no se tiene un poder o respaldo jurídico para atacar y tampoco hay un ente del Estado que intervenga para evitar los abusos o las formas de discriminación laboral que sufren las personas con VIH”, indicó Gaona.

La falta de un acompañamiento legal deja prácticamente sin defensas a una persona que exige su legítimo derecho al trabajo, si es difícil acceder al trabajo, mucho más difícil resulta acceder a una justicia pronta y barata. No hay resortes legales y los que hay no son suficientes o no dan respuestas a este reclamo, asegura Gaona.

Según datos del Programa de Lucha Contra el Sida, solo en 2014 se registaron más de 800 casos nuevos de VIH, un 28 por ciento enmarcado dentro del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida. El mal tiene una mayor prevalencia en los hombres, es decir dos hombres por cada mujer infectada. La cantidad de personas con VIH en el Paraguay desde 1985 hasta 2013 fue de 12.564.

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