¿Ticket o factura?

Al ir especialmente a los supermercados, los cajeros generalmente hacen esta pregunta. La economista y docente Gloria Ayala Person respondió por qué sucede esto. En realidad, tanto el ticket como la factura son comprobantes legales de la compra, y para el comercio es “exactamente lo mismo”, indicó. Es decir, con uno o con otro documento, el negocio paga los mismos impuestos.

Entonces, ¿cuál es la diferencia? Es el ciudadano el que debe tener en cuenta qué necesita con cada uno de los tipos de comprobantes impresos que le ofrece el comercio, explicó la especialista. “Es exactamente lo mismo para el comercio (…) Jurídicamente, el supermercado paga lo mismo, pero cuando el ciudadano es contribuyente y aporta al fisco, debe contener un documento con sus datos”, indicó.

Es decir, si el comprador es contribuyente necesita una factura con su nombre y el Registro Único de Contribuyente (RUC) para que se pueda contabilizar para el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el Impuesto a la Renta Personal (IRP), dependiendo del tipo de contribuyente.

Lo importante es tener un comprobante de la compra, que no sea un recibo común, advirtió la economista. En ese caso, los comercios pueden ignorar los impuestos, por lo que es importante que los compradores pidan ticket o factura, y no acepten recibos o algún documento que no sean los mencionados. “Debe contener los datos para ser fiscalizado por Tributación. El ticket es una factura al contado, y en ambos casos es una factura”, señaló.

A pesar de que para los comercios termina siendo exactamente lo mismo, teniendo en cuenta otros factores, la especialista concluyó que es mejor que el ciudadano pida siempre la factura. Una de las principales razones es que este documento le permitirá llevar un mejor control del presupuesto personal. Para ello, es importante enseñar a los niños el número de cédula de los padres o bien el RUC.

Recordó luego a los contribuyentes que según la Ley Tributaria, se discrimina el concepto de acuerdo al producto de compra. Es decir, la adquisición de electrodomésticos es vista como “inversión”, mientras que los alimentos son “gastos”, por lo que conviene que aquellos productos que no son de consumo estén en la factura, lo que sirve para deducir finalmente el IRP.

De hecho, el Ministerio de Hacienda ha explicado en reiteradas ocasiones que tanto el ticket o la factura son comprobantes legales, y significan lo mismo para el comercio. “Todos los comprobantes impresos en estos centros (supermercados) se tratan de facturas, es decir, son documentos válidos, siempre que cuenten con timbrado vigente”, indica la cartera estatal.

La diferencia, reitera, es para el ciudadano, ya que el ticket es una factura innominada (sin el nombre del comprador), mientras que la factura requiere otros datos. En ambos casos, constituyen respaldos de gastos y costos, siempre que cumplan con los requisitos de autoimpresión establecidos por dicha institución.