Homenaje a Ortiz Guerrero

Dentro de este acto de homenaje habrá música, declamaciones, exposición de artesanías (Aó po’i) y de pinturas a cargo de una veintena de artistas que vendrán especialmente para este evento desde Yataity y Villarrica.

También, la poetisa Liliana Ferreira Perrupato presentará dos libros de poemas de su autoría ("Hurgando en el viento" y "El Campanario"). Luego, al medio día, se servirá una “tallarinada” de confraternidad con vino.

Ortiz Guerrero nació en Villarrica el 16 de julio de 1894 y falleció el 8 de mayo de 1933 en la ciudad de la Asunción. Manú, como le llamaban sus amigos, a inicio del año 1914, viajó de su ciudad natal a Asunción para continuar sus estudios en el Colegio Nacional de la Capital. Tempranamente, a los 21 años, con las publicaciones de sus poemas Loca, Ofrendaria y Aromas en la revista Letras (octubre de 1915) le llega la consagración.

Atacado por la lepra volvió a Villarrica donde montó una pequeña imprenta llamada Zurucu’a, donde imprimió sus primeros poemas y obras de teatro. Años después vuelve a Asunción, construye una casa en la calle Antequera 528 y Progreso -hoy Ortiz Guerrero-, y amplia su imprenta con maquinas adquiridas de don José María Duarte, dueño de la también imprenta La Mundial.

Las puertas de su casa-taller siempre las tuvo abiertas; su patio fue escuela, taller, hogar y amparo, donde, entre mate cocido y chipa, se discutían sobre arte, política y filosofía. Según Arturo Alsina: “El poeta, el músico, el dramaturgo, el pintor encontraba allí el clima necesario para sus inquietudes, porque Ortiz Guerrero, acuciado por su excelso espíritu, amaba con delirio el arte en general. Así, su vida, vida dedicada íntegramente a la cultura, a la justicia, a la prosa y sobre todo a la amistad y a la poesía, a pesar de lo trágico, se había convertido en algo conmovedoramente bella y ejemplar”.