Alergia a las nueces: cuando comerlas es riesgoso

La primera reacción es totalmente inesperada. El niño come algo y de repente aparecen manchas rojas en la piel que pican, vómitos o falta de aire. Todos estos pueden ser síntomas de alergia a un alimento y son muy frecuentes en el caso de las nueces.

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Si un niño se ve afectado por este tipo de alergia, de seguro cambiará su vida y también la de sus padres.

Los médicos afirman que es difícil detectar cuándo y cómo un organismo se vuelve sensible a un alérgeno y lo considera peligroso. Por eso, la mayoría de los padres no están preparados cuando aparece la primera reacción alérgica.

En el peor de los casos, se puede producir un shock anafiláctico. En la mayoría de ellos comienza con una reacción en la piel. Pueden ser manchas rojas, hinchazones o picor. Por lo general, se ven afectados al mismo tiempo o sucesivamente varios sistemas de órganos.

En la zona del estómago y el intestino los síntomas típicos son malestar, vómitos, diarrea y fuertes dolores abdominales. La cosa se vuelve realmente peligrosa cuando se ven afectadas las vías respiratorias, ya que se puede producir un ataque de asma y en el peor de los casos una asfixia.

Si el niño reacciona por primera vez de esta forma después de comer nueces, los padres deben actuar rápidamente. Por eso, se aconseja observar qué síntomas aparecen, si se cierra la garganta, si cambia el modo de hablar, si el niño saliva o se queja de sentirse mareado. En casos así hay que llamar de inmediato a urgencias y esperar hasta que llegue la ayuda. De ninguna manera los padres deben actuar por su cuenta.

Una vez que el niño recibió ayuda, ya hay un diagnóstico. Lo mejor es practicarle luego un test de alergia en el que es sometido a pequeñas cantidades de alérgenos bajo una cuidadosa supervisión. Si se comprueba que de hecho es alérgico al maní o a las nueces, estas deben pasar a ser de inmediato tabú.

La mayoría de los padres se preocupa mucho ante este diagnóstico. Ir a comer afuera o llevar al niño a un cumpleaños se convierte de repente en una amenaza. Pero no hay que desesperarse: todo tiene solución.

Una vez que se detecta la alergia, se vuelve habitual chequear las listas de ingredientes de los productos. El maní y otros frutos con cáscara deben ser identificados en los envoltorios. Muchos fabricantes colocan en sus paquetes la leyenda: "Puede contener trazas de maní". Sin embargo, por las dudas, quienes sean alérgicos a las nueces deben tener siempre encima sus medicinas para el caso de una emergencia. Una inyección de adrenalina puede ayudar a ampliar las vías respiratorias y estrecha los vasos sanguíneos.

Los niños que sufren de esta alergia deben tener que poder reconocer los síntomas y saber que en caso de padecerlos deben buscar ayuda y no perder tiempo. Los maestros también deberían estar al tanto, conocer qué limitaciones tiene el niño en su alimentación y saber suministrar la adrenalina en caso de emergencia. Por eso es importante que los padres hablen con tiempo y tranquilidad del tema con los otros adultos que cuidan del niño.

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