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Los fallecidos son una maliense, trabajadora local en la delegación de la Unión Europea (UE) en Bamako que estaba celebrando su cumpleaños con un grupo de amigos, y cuatro extranjeros: un portugués, un chino, un camerunés y una franco-gabonesa.
La mayoría de los extranjeros muertos son miembros de la Misión de la ONU en Mali (Minusma) que se encontraban fuera de servicio o, como en el caso del portugués, de la misión de la Unión Europea que adiestra al Ejército maliense.
Además, 37 personas necesitaron hospitalización tras los ataques, de las que cinco continúan en estado grave.
Entre los turistas que se encontraban en el lugar y que pudieron ser sacados de allí sanos y salvos había catorce malienses, trece franceses y dos españoles, además de seis personas de otras nacionalidades.
El Ministerio maliense de Seguridad informó anoche de la muerte de los presuntos atacantes, cuatro en total, aunque reconoció que solo habían encontrado los cadáveres de dos de ellos, cuya nacionalidad o filiación se desconoce.
Aún hoy se desconocen detalles sobre el grupo al que pertenecían, ya que ninguna organización ha reivindicado el ataque.
La Minusma informó de que uno de sus helicópteros estaba sobrevolando esta mañana local la colina donde los atacantes se escondieron tras el atentado, lo que indica que podría haber algún terrorista más escondido.