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“Toda forma de antisemitismo es un ataque hacia todos nosotros”, apuntó el ministro de Justicia, el socialdemócrata Heiko Maas, a través de cuenta en Twitter.
Alemania “tiene un vínculo especial con el Estado de Israel y los judíos”, recordó el titular de Interior, Thomas de Maizière, en declaraciones al popular diario “Bild”, donde advirtió de que no se tolerarán “insultos de ningún tipo”, sea a la población israelí o hacia ese país.
Ambos ministros reaccionaron así a las acciones antisemitas ocurridos el pasado viernes en una manifestación ante la emblemática Puerta de Brandeburgo, en que se quemaron varias banderas israelíes.
La policía practicó diez detenciones y se han abierto diligencias contra sus presuntos responsables por insultos a los símbolos de un país extranjero. El sábado hubo otra manifestación propalestina en el barrio multiétnico de Neukölln, en la que participaron unas 2.500 personas y donde asimismo se quedó una bandera israelí.
Desde el Ejecutivo alemán se ha criticado la decisión de Trump de reconocer a Jerusalén como capital e insistido en el compromiso con la una solución de dos estados, el israelí y el palestino.
La canciller alemana, Angela Merkel, insistió el viernes en la necesidad de negociar el estatus de Jerusalén en el marco una solución de dos Estados y subrayó la necesidad de que EE.UU. participe en ese proceso.
Berlín guarda la norma de la cautela ante cualquier crítica hacia la política de Israel por razones de responsabilidad histórica de Alemania hacia el Estado judío, aunque sí se ha sumado a las condenas internacionales en cuestiones como la construcción de nuevos asentamientos en los territorios ocupados.