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El gobierno “solicita a las autoridades del Reino Unido la concesión del salvoconducto que permita al ciudadano australiano disfrutar de su asilo en el Ecuador”, dijo el canciller ecuatoriano, Guillaume Long, en una rueda de prensa en Quito.
“Le decimos al Reino Unido: ya es suficiente, no más demoras. Han sido siete años de detención arbitraria sin cargos. La amenaza de Julian Assange a la cárcel y el hostigamiento en su contra debe terminar”, agregó.
El diplomático señaló que el australiano, de 45 años, será “bienvenido para disfrutar su asilo” otorgado en 2012, cuando se refugió en la legación ecuatoriana en Londres para evitar ser extraditado a Suecia, donde afrontaba acusaciones de delitos sexuales.
Tras la decisión de Suecia del viernes de archivar una causa por violación, la policía británica afirmó que detendrá a Assange si abandona la embajada por violar su libertad condicional al refugiarse en ese lugar, un delito castigado con un año de cárcel.
La resolución sueca pone fin a una larga batalla judicial del creador de WikiLeaks, sobre quien pesaba una orden de prisión por las acusaciones que él niega.
“Ecuador celebra la decisión de la fiscal sueca Marianne Ny de no imputar cargos a Julian Assange”, expresó Long, añadiendo que ello “implica el sobreseimiento del caso”.
Criticó la demora de cuatro años de la justicia de Suecia para tomar una declaración al exhacker “a pesar del reiterado ofrecimiento de cooperación por parte del gobierno de Ecuador, que desde el primer momento ofreció las instalaciones de su embajada para ese fin”.
Assange fue interrogado en noviembre pasado en la legación y Quito envió el 8 de mayo una carta a Estocolmo en la que se quejó por la demora en las diligencias.
En la misiva “reiteré la preocupación del Ecuador por la manera de proceder de la fiscal Marianne Ny, que generó una nueva dilación en el desarrollo de este caso”, manifestó el ministro.
El australiano sostiene que su extradición a Suecia es una maniobra para ser entregado a Estados Unidos, donde podría ser juzgado por la publicación de documentos militares y diplomáticos estadounidenses de carácter confidencial.
Ante la posición estadounidense de que el arresto de Assange es una prioridad para Washington, Quito reiteró la vigencia del asilo dado a Assange.
“Las declaraciones del gobierno de Estados Unidos ratifican que Ecuador tuvo razón. Ecuador le concedió el asilo por miedo a una persecución política y para resguardar los derechos humanos y la integridad física del señor Assange”, señaló Long.
Estados Unidos, por el momento, se niega a confirmar o negar si tiene abierta una causa judicial contra Assange.