EE.UU. concluye destrucción de viejas armas químicas en Panamá

CIUDAD DE PANAMÁ. Estados Unidos eliminó en Panamá proyectiles de la Segunda Guerra Mundial con gases nerviosos que formaban parte del arsenal en sus bases militares de la antigua Zona del Canal.

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Fue operación avalada por la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ).

La cancillería de Panamá y la embajada de Estados Unidos en ese país informaron este jueves en un comunicado conjunto que la operación “permitió la destrucción de las ocho antiguas municiones químicas” ubicadas en Isla San José, en el Pacífico panameño.

La destrucción fue “exitosa”, en una operación donde se “cumplieron” las leyes panameñas y “los más altos estándares de seguridad aplicables”, indicó la nota.

Según ambos gobiernos, “no se ha registrado ningún daño a la salud ni a la seguridad humana durante el proceso de destrucción ni ningún impacto significativo o permanente al medio ambiente”.

El armamento destruido está compuesto por ocho bombas. Seis de ellas son de 1.000 libras (unos 500 kilos) y se sospecha que contenían fosgeno, un gas venenoso asfixiante utilizado durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918).

También se inutilizó una bomba de 500 libras que podría haber tenido cloruro de cianógeno, un gas extremadamente letal, y un cilindro vacío y oxidado, según el plan de la OPAQ.

La eliminación del armamento estuvo a cargo de unas 150 personas del Comando Sur de Estados Unidos y especialistas de la policía panameña, y se extendió del 13 de septiembre al 3 de octubre con financiamiento de Washington.

Las bombas habían sido identificadas en 2002 por la OPAQ en Isla San José, con 44 kilómetros cuadrados de superficie.

En esa isla el Ejército estadounidense habría realizado pruebas y experimentos militares con gas mostaza, fosgeno y otros agentes nerviosos para su posible uso durante la Segunda Guerra Mundial y la guerra de Vietnam (1964-1975).

El 30 de agosto el gobierno panameño anunció que había firmado un acuerdo con la OPAQ, después de que el Consejo Ejecutivo de esta organización respaldara el plan presentado por Panamá para destruir estas armas.

Panamá determinó que las bombas debían eliminarse en la isla ya que consideró “inseguro” y un “riesgo indebido” para los trabajadores y el medio ambiente trasladar las municiones ante su “configuración explosiva” y su “edad” .

La operación consistió en la destrucción del armamento a través de la lluvia y la humedad para asegurar la hidrólisis (descomposición de sustancias por acción del agua) y la dilución de las municiones.

La eliminación de este armamento ha sido objeto de discusiones constantes entre los dos países, que habían acordado la limpieza para 2013 y 2014, pero no fue ejecutada.

Estados Unidos mantuvo bases militares y una zona de jurisdicción propia en Panamá desde que inauguró el Canal en 1914 hasta su retirada el 31 de diciembre de 1999.

Aunque se desconoce el número de armas que el ejército estadounidense dejó en el país centroamericano, algunas fuentes manifiestan que a Panamá pudieron haber entrado tres toneladas del agente nervioso VX.

Otros aseguran que hay más de 10 hectáreas en la ribera del Canal de Panamá con proyectiles sin detonar y que en Isla San José pudo haber hasta 33.000 detonaciones.

Según analistas panameños, Estados Unidos siempre había sido reacio a cumplir con la limpieza de las bases militares, pero el hecho de exigir a otros países la eliminación de su arsenal químico, una nueva realidad internacional y sus buenas relaciones con Panamá habría precipitado su decisión.

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