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“En este momento podemos confirmar la muerte de dos ciudadanos estadounidenses. Estamos en contacto con sus familiares y expresamos nuestras más profundas condolencias a las familias y seres queridos de las 150 personas a bordo” del avión, afirmó la portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Jen Psaki, en un comunicado.
“No vamos a publicar los nombres (de los estadounidenses) en este momento por respeto a sus familias”, agregó la portavoz, y dijo que Estados Unidos “sigue revisando sus documentos para determinar si otros ciudadanos estadounidenses pudieron haber estado a bordo del vuelo”.
El presidente de la aerolínea Germanwings, Thomas Winkelmann, ya adelantó hoy que había dos estadounidenses a bordo del avión que cubría el trayecto entre Barcelona (España) y Düsseldorf (Alemania) y que se estrelló en los Alpes franceses por causas aún desconocidas.
Winkelmann dijo que, de las 150 personas a bordo del A320 siniestrado, 72 eran de nacionalidad alemana y 35 españoles, y había también un pasajero británico, uno holandés, uno colombiano, uno mexicano, uno japonés, uno danés, uno belga y un israelí, así como dos pasajeros argentinos, dos iraníes y dos venezolanos.
Esas cifras contrastan con las que manejan las fuerzas de seguridad de España, que han comprobado que en el avión siniestrado viajaban 51 españoles, 55 alemanes y el resto proceden de catorce países, según informaron hoy a Efe en Madrid fuentes de la investigación.
De acuerdo con esas fuentes, todavía quedan quince pasajeros de los que se desconoce su nacionalidad. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llamó este martes por teléfono al jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, para expresarle sus condolencias por las víctimas del accidente aéreo, y también habló a la canciller alemana, Angela Merkel.
En su conversación con Rajoy, Obama le “ofreció la completa asistencia de los funcionarios estadounidenses en lo que sea necesario para responder a esta tragedia”, indicó la Casa Blanca en un comunicado.